Los diputados reciben 1 mil 800 dólares, mientras que las familias más pobres 15 al mes
El fin de semana pasado trascendió que la Asamblea Legislativa decidió un incremento salarial a los diputados de un mil 800 dólares.Algunos diputados han justificado que no se trata de aumentos sino de la “unión del sueldo mensual que es de $2 mil 300 con los gastos de representación”. Estos últimos, según los diputados es casi igual al sueldo.Además, los diputados justifican que ese procedimiento les servirá para su jubilación, es decir, para tener una “buena pensión”.Sea unión o sea aumento, lo cierto es que es una ofensa para la clase trabajadora y para los desempleados, pero, sobre todo, para centenares de miles de salvadoreños que viven con menos de dos dólares diarios.Es decir, un diputado recibe $166.66, diariamente, mientras un millón 479 mil 819 salvadoreños y salvadoreñas reciben menos de $2.00 dólares diarios para súper vivir.Según la CEPAL, en El Salvador 28 de cada cien personas viven en la pobreza relativa; mientras que 19 de cada cien viven en la extrema pobreza.Este año, el gobierno continuará entregando 15 dólares mensuales para las familias que viven en extrema pobreza en 77 de los municipios más pobres del país. Nos preguntamos, si a los diputados y diputadas, sobre todo de los partidos ARENA, PDC y PCN no les da vergüenza aumentarse 1 mil 800 dólares mensuales, mientras las familias más pobres reciben 15 dólares mensuales. Esos aumentos son vergonzosos, porque, con los aumentos del 5% a los trabajadores, apenas si pueden comprar la mitad de la canasta básica, que oscila en los 277 dólares.Y es que el promedio de los salarios reales de los salvadoreños y las salvadoreñas oscila en 260 dólares. Los salarios mínimos aprobados el año pasado son: maquila $162; Industria, $179; comercio y servicios, $183.Lo sorprendente es que, quienes pagamos los impuestos para que se aumenten los jugosos salarios los diputados no movemos ni un tan solo dedo para impedirlo. Los que vivimos siempre preocupados porque no alcanza el dinero para alimentar a los hijos e hijas, no hacemos nada. Los que sufrimos con las altas tarifas de los productos de la canasta básica, no hacemos nada.Dejamos que nuestros impuestos los disfruten unos pocos, mientras que aceptamos aumentos de miseria, para seguir viviendo en la miseria.Esos aumentos son los que legitiman la doble imagen de El Salvador, el de la opulencia y la miseria. Nos preguntamos, si algún día despertaremos de esta bochornosa realidad.
El fin de semana pasado trascendió que la Asamblea Legislativa decidió un incremento salarial a los diputados de un mil 800 dólares.Algunos diputados han justificado que no se trata de aumentos sino de la “unión del sueldo mensual que es de $2 mil 300 con los gastos de representación”. Estos últimos, según los diputados es casi igual al sueldo.Además, los diputados justifican que ese procedimiento les servirá para su jubilación, es decir, para tener una “buena pensión”.Sea unión o sea aumento, lo cierto es que es una ofensa para la clase trabajadora y para los desempleados, pero, sobre todo, para centenares de miles de salvadoreños que viven con menos de dos dólares diarios.Es decir, un diputado recibe $166.66, diariamente, mientras un millón 479 mil 819 salvadoreños y salvadoreñas reciben menos de $2.00 dólares diarios para súper vivir.Según la CEPAL, en El Salvador 28 de cada cien personas viven en la pobreza relativa; mientras que 19 de cada cien viven en la extrema pobreza.Este año, el gobierno continuará entregando 15 dólares mensuales para las familias que viven en extrema pobreza en 77 de los municipios más pobres del país. Nos preguntamos, si a los diputados y diputadas, sobre todo de los partidos ARENA, PDC y PCN no les da vergüenza aumentarse 1 mil 800 dólares mensuales, mientras las familias más pobres reciben 15 dólares mensuales. Esos aumentos son vergonzosos, porque, con los aumentos del 5% a los trabajadores, apenas si pueden comprar la mitad de la canasta básica, que oscila en los 277 dólares.Y es que el promedio de los salarios reales de los salvadoreños y las salvadoreñas oscila en 260 dólares. Los salarios mínimos aprobados el año pasado son: maquila $162; Industria, $179; comercio y servicios, $183.Lo sorprendente es que, quienes pagamos los impuestos para que se aumenten los jugosos salarios los diputados no movemos ni un tan solo dedo para impedirlo. Los que vivimos siempre preocupados porque no alcanza el dinero para alimentar a los hijos e hijas, no hacemos nada. Los que sufrimos con las altas tarifas de los productos de la canasta básica, no hacemos nada.Dejamos que nuestros impuestos los disfruten unos pocos, mientras que aceptamos aumentos de miseria, para seguir viviendo en la miseria.Esos aumentos son los que legitiman la doble imagen de El Salvador, el de la opulencia y la miseria. Nos preguntamos, si algún día despertaremos de esta bochornosa realidad.
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