Cuba: adiós período especial

Por Pablo Labrada Olivera.
Quizá a quien lee este trabajo le sorprenda su título, que tiene entre otros objetivos, compartir reflexiones en torno a la marcha de la economía cubana.

Con el derrumbe del campo socialista y el recrudecimiento del bloqueo económico de los Estados Unidos, la Mayor de las Antillas sufrió la falta de recursos materiales y financieros. A esa difícil situación se le denominó Período Especial, que significa también, búsqueda permanente de soluciones y avances.

Para un colega de trabajo, con quien comparto criterios sistemáticamente, decir adiós al Periodo Especial significa revalorizar la moneda nacional, incrementar y mejorar las ofertas de empleo con la adecuada remuneración, así como resolver el déficit de alimentos y los problemas con la vivienda, entre otros asuntos.

Proyecciones y desvelos

En la década del 90 del pasado siglo- una de las más difíciles de la Revolución cubana- se diseñó una estrategia económica de resistencia y desarrollo, basada en los pronunciamientos del Presidente cubano Fidel Castro Ruz, las resoluciones del IV Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) y las decisiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Desde que fue conformada se le confirió la flexibilidad necesaria, por lo que el IV Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) decidió otorgar a su Comité Central facultades excepcionales, a fin de hacer cumplir el objetivo supremo de salvar la Patria, la Revolución y el Socialismo.

En síntesis, la economía cubana dirigió sus acciones principales a propiciar la modernización de las fuerzas productivas, facilitar la reinserción en la economía mundial preservando la independencia y la soberanía nacionales; y promover el dinamismo de las exportaciones combinado con la sustitución de importaciones para elevar los ingresos en moneda libremente convertible.

De igual forma, se potenció la ciencia y la técnica, el saneamiento de las finanzas internas y las inversiones nacionales y extranjeras, dirigidas, en lo fundamental, a los programas priorizados.

Estrategia que da sus frutos

Después de 15 años de quehacer ininterrumpido y permanente búsqueda, la estrategia económica de resistencia y desarrollo recoge sus buenos frutos.

Los objetivos se cumplen satisfactoriamente, aunque EE.UU. nos imponga un férreo bloqueo que ya rebasa las cuatro décadas.

Se reanima la producción de alimentos y medicamentos, los artículos básicos para el hogar, el salario y las pensiones para la Seguridad Social.

También las relaciones comerciales con Venezuela y China reportan sus saldos alentadores, visibles en los últimos años de esfuerzo continuado.

Finalmente, quisiera compartir con usted la siguiente interrogante: ¿ Por qué el pueblo cubano respaldó la estrategia económica?.
He aquí la respuesta, Por los valores éticos y morales de la Revolución y la permanente confianza en el Partido Comunista de Cuba y en Fidel.