Cuba

Reporteros sin Fronteras: Lacayos Serviles del Imperio
Magalys CHAVIANO ÁLVAREZ (15/03/2008)

El controvertido asunto del acceso a la Internet en Cuba es ahora el plato fuerte de la mesa. Tal es el tema central de los nuevos ataques que contra la Isla se ofrece a moderar la organización Reporteros sin Fronteras (RSF). Pero para condenar a Cuba es necesario conocerla por dentro, sentirla anclada en el Mar Caribe, sobreviviendo a apenas 90 millas de un Imperio, que, además de autotitularse dueño de casi todo en el mundo, maneja los hilos del poder mediático.

Ahora, ¿quién paga los salarios a Reporteros sin Fronteras? ¿Son periodistas de puro oficio y vocación? Porque asalta la curiosidad a la opinión pública cubana que quieran centrar la atención en cuestiones que en nada dañan a este pueblo. Sin embargo, no difunden ni diseñan campañas para condenar el bloqueo económico y financiero que sobre este pequeño país mantiene Estados Unidos hace más de 40 años.

No les preocupa a Reporteros sin Fronteras que Cuba no pueda adquirir medicamentos, material quirúrgico, piezas para nuestras industrias, alimentos, entre las muchas cosas vitales en busca de las cuales debemos recorrer medio mundo, sin muchas veces conseguirlo.

Evidentemente no es en el bienestar del pueblo cubano en quienes está interesada la Organización casi gubernamental que es Reporteros sin Fronteras. Porque es un secreto a voces que la CIA, el gobierno de los Estados Unidos y hasta las organizaciones anticubanas radicadas en Miami, son quienes corren con los gastos de la gente de Robert Ménard, el presidente vitalicio de RSF, un inescrupuloso que se llena los bolsillos con el dinero del Imperio y sus representantes, e incluso de las trasnacionales.

Qué pena que nadie en Cuba conozca a los llamados “periodistas” independientes, es una verdadera pena que cubanos sin Patria y sin ética denigren el oficio para enviar mentiras a sus ”jefes” en Miami, quienes le agregan una dosis de redacción grandilocuente y lo publiquen en sus medios de prensa. Y es que no son más que mercenarios de la noticia, viven de ella, mienten, perjuran y faltan a los más elementales valores para lograr un puesto en el exilio cubano, porque eso significa dinero.

De modo que no creemos los cubanos en Reporteros sin Fronteros, su verdad está manchada y a sus dueños los conocemos demasiado bien. Son ellos, los Estados Unidos, quienes precisamente impiden a los cubanos ser libres, soberanos e independientes, pretendiendo inmiscuirse en nuestros asuntos internos, condicionar el sistema social que hemos decidido construir, son ellos los dueños del cable de fibra óptica que bordea la Isla y al que no permiten conectarnos para acceder a Internet.

Pero dice un adagio que los perros se asemejan a su dueño y este es el caso de RSF, los ladridos están precedidos del temor de George W. Bush sobre el poco quórum que hoy lo secunda en su guerra contra Cuba. Ganar adeptos es quizá el propósito de esta organización y para ello se vale de todos los medios posibles. Pero Cuba y los muchos amigos que su ejemplo de sociedad limpia han ganado en el mundo, sabe muy bien quiénes son acá los periodistas independientes y los disidentes, buscadores de arcas ajenas, de dinero fácil que llene los bolsillos sin tener que trabajar.

Para buscar la veracidad en Internet no es oportuno revisar a RSF, la noticia no puede tener un dueño, la información manipulada es el género que ellos mejor cultivan, porque la tejen a los antojos de quienes pagan, de modo que a los ojos del mundo no tiene valor lo que dicen. Hay demasiados asuntos en el mundo, discriminatorios contra los verdaderos periodistas, asesinatos, secuestros, prohibiciones para gastar el tiempo y el dinero ajeno difamando de esta pequeña isla, que se yergue soberana, libre y límpida en el Mar Caribe.