CUBA, 8 de diciembre de 2009.- Si un acrónimo posee una carga simbólica anticipatoria es el que define a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América. Primera luz del día antes del amanecer, el ALBA es en términos políticos el despegue de una esperanza largamente soñada: la integración continental sobre bases de independencia, cooperación y plena comunión de identidades.
Uno de sus pilares es el ALBA Cultural, en cuya coordinación general se desempeña el cubano Ismael González, psicólogo de formación y con una vasta experiencia en la gestión de instituciones culturales.
"Fue sumamente alentador observar, para quienes creemos que una de las premisas de la integración transita por conocernos mejor y reconocernos, cómo desde que Fidel y Chávez firmaron el 14 de diciembre del 2004 en La Habana el acuerdo inicial constitutivo del ALBA, ambos líderes previeran que la cultura tenía un papel muy importante que desempeñar en la materialización de esa nueva instancia de concertación", declaró a Granma.
"No se trata únicamente de una consideración conceptual —precisó—, sino de una proyección práctica, pues se articula sobre la base de favorecer, mediante acciones concretas, la creación y la circulación de la producción cultural de manera que se promuevan socialmente los valores más auténticos de los pueblos de la región. Todo esto se inscribe en la estrategia por potenciar la cultura de la emancipación y contrarrestar los efectos de la hegemonía que han ejercido las transnacionales y los circuitos de la llamada industria del entretenimiento en detrimento de la diversidad cultural de lo que Martí llamó Nuestra América."
González explicó cómo aunque todavía se transita por proceso de gestación, no son pocos los avances que se verifican en un lustro: "Un impulso notable —señaló— tuvo lugar en la capital cubana en el 2006, cuando en el marco de la Feria Internacional del Libro de La Habana, Chávez y Fidel rubricaron el acta de nacimiento del Fondo Cultural del ALBA; apenas un año después comenzó a hacerse efectivo. Es un instrumento imprescindible para el fomento de la producción y el financiamiento de programas".
En la actualidad, como parte de este proyecto grannacional, se llevan a cabo 50 acciones en cinco ámbitos estratégicos: el estímulo a la creación, la distribución y la difusión de arte y literatura; la articulación de redes alternativas de gestores y cultores que implica el desarrollo de industrias y movimientos culturales; la formación artística y de recursos humanos; acciones de legitimación que favorezcan la visibilidad de escritores y artistas mediante premios y concursos que reconozcan el talento y la capacidad creativa, y el auspicio de festivales y encuentros.
Para Fernando Rojas, viceministro cubano de Cultura, esta iniciativa integradora no solo ha ido encarada responsablemente por las autoridades e instituciones de la isla, sino también por parte de nuestros intelectuales y artistas, y ya comienza a verse reflejada en los intereses de los públicos.
"Esto último pudo constatarse en La Habana desde el último verano —explicó—, donde la Casa del ALBA, en Línea y D, en el Vedado, aún antes de su inauguración oficial fijada para este diciembre, programó lanzamientos de libros, conciertos, representaciones teatrales, tertulias poéticas y conferencias a las que asistieron centenares de personas que se van identificando con el carácter de la institución".
"Entre escritores y lectores —confirmó— se valora como un programa sumamente promisorio el Fondo Editorial del ALBA. Obras paradigmáticas de autores cubanos se cuentan entre los primeros títulos publicados. Junto a un clásico como La Edad de Oro, de Martí, figura en el catálogo Todo Calibán, de Roberto Fernández Retamar, y Bolívar: pensamiento precursor del antimperialismo, de Francisco Pividal."
Al referirse a las razones que animan al movimiento cultural cubano para sustentar los principios del ALBA, Rojas subrayó la esencia misma de una propuesta que "privilegia los valores espirituales por encima de todo afán de lucro" y que halla su fundamento "en la idea de compartir nuestro patrimonio, nuestras realizaciones actuales y nuestras búsquedas".
"Es también reveladora —enfatizó— la idea de considerar como un conjunto a América Latina y el Caribe, pues no siempre se ha tenido la percepción de cuánto las islas donde se hablan lenguas diversas al castellano nos enriquecen. Lo propio cabría decir de la atención que se presta a los pueblos originarios en los proyectos comunes".
Tanto González como Rojas significaron la trascendencia de que la Cumbre de la Alianza que se efectuará en La Habana sea el escenario propicio para que los Premios ALBA 2009 de las Letras y las Artes lleguen a manos de quienes acaban de merecerlo: el teólogo y escritor brasileño Frei Betto y el artista argentino León Ferrari (Cubaminrex - Granma).
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