Lo que trasciende en Honduras será decisivo para el futuro de toda América Latina. En juego está la oportunidad de derrotar el proyecto continental de la extrema derecha que consiste en negar a las mayorías empobrecidas de América Latina una verdadera participación política y las condiciones para una vida digna.
Sea en el gobierno – como en Estados Unidos, Canadá, Colombia, México, Perú o Panamá – o sea en una oposición recalcitrante atrincherada como en otras partes de las Américas. Las élites de extrema derecha de la región están decididas a usar Honduras como un laboratorio para su proyecto continental.
Bajo la cobertura de la crisis económica creada por ellos mismos, la élite plutócrata de los Estados Unidos ya ha ingeniado un traslado masivo de la riqueza a favor de ellos. Adicionalmente han consolidado el sector financiero de su país de tal manera que han garantizado, para el futuro previsible, que los contribuyentes pagarán el costo de los rescates requeridos por motivo de las especulaciones caprichosas de los más ricos – la apoteosis de la anti- democracia.
Esta es la aplicación a la propia población de los Estados Unidos de la salvaje dominación neocolonial practicado por tantos años contra los países empobrecidos del mundo mayoritario por medio de la injusta deuda externa.
Por ello el gobierno estadounidense ve con horror la amenaza de una democracia genuina en Honduras, y en América Latina en general. Por ese motivo Hillary Clinton sigue tratando como si fueran iguales al régimen criminal golpista y al gobierno legítimo del Presidente Manuel Zelaya Rosales.
Esta posición esta clara en las palabras de Clinton durante una conferencia de prensa después de su reunión del lunes 21 de septiembre con su oligarca compinche Presidente Oscar Arias de Costa Rica.
Se le había preguntado si ella hubiera advertido a los golpistas en Honduras de no hacerle daño al Presidente Zelaya. Clinton respondió, “Bueno, definitivamente hemos comunicado de una manera muy directa nuestra expectativa que habrá orden sin provocación de ninguno de los dos lados. Este no es una solicitud por solo un lado. Los dos lados tienen simpatizantes que tienen que controlarse y estar muy cuidadosos en lo que hacen en los días que vienen.”
La cruel hipocresía de Hillary Clinton es irrelevante. El cinismo deliberado de ella y del Presidente Obama a favor del régimen golpista no va a impedir la expresión del rechazo aplastante popular contra el régimen de facto ilegitimo en Honduras.
Poco antes de que hablara Clinton el lunes, los golpistas habían atacado salvajemente unos 4000 manifestantes pacíficos afuera de la embajada de Brasil dónde estuvo refugiado el Presidente Manuel Zelaya. Ahora tanto las espurias elecciones programadas para el fin de noviembre y los Acuerdos de San José propuestos por Presidente Oscar Arias son casi completamente descartados.
A pesar del asalto brutal contra la protesta no violenta en la embajada brasileña y a pesar del despliegue masivo de las fuerzas de seguridad, el miércoles 23 de septiembre la resistencia en Honduras movilizó 150,000 personas contra el régimen de facto en el capital Tegucigalpa.
A lo largo y ancho del país cientos de miles de personas se manifestaron en contra del régimen golpista y a favor de su Presidente legítimo Manuel Zelaya. Los intentos de la gente de converger sobre Tegucigalpa sólo fueron impedidos por una fuerte militarización de las principales carreteras hacia la capital.
La brutalidad despiadada de la violencia usada contra los manifestantes ha provocado cientos de heridos. Las organizaciones de derechos humanos no pueden reportar todos los casos porque estas organizaciones se ubican casi todas en Tegucigalpa. Lo más probable es que miles de personas hayan sido detenidas en todo el país.
El Comité por la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras piensa que mucho más individuos han sido asesinados por las fuerzas de represión que los cuatro o cinco que se han reportado hasta ahora en esta última fase de la represión. Por todo, desde el 28 de junio, Andrés Pavón, el director de CODEH, calcula que se pueden atribuir más de 150 muertos a las fuerzas represoras del régimen de facto.
Bertha Cáceres, una dirigente del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), ha dicho del régimen de facto, “ Es una dictadura estilo siglo XXI, que mantiene algunas características de las dictaduras de los años 70 y 80, y presenta nuevas estrategias para aparentar ser democrática.
Sin embargo, nadie puede dudar de que se trate de una dictadura que presenta una estructura económica, política y militar que controla todos los poderes del Estado, y que tiene el objetivo de golpear los procesos emancipadores de nuestro continente.”
En una entrevista con Tortilla con Sal en Tegucigalpa, dos días antes del regreso de Manuel Zelaya a Honduras, otro dirigente de (COPINH), Salvador Zúñiga y, como Bertha Cáceres, también dirigente del Frente Nacional de Resistencia al golpe de Estado comentó, “Nosotros creemos que la restitución en el marco de los Acuerdos de San José es una posibilidad que cada vez se va cerrando más y se hace más mínima. Esto porque el grupo de los golpistas es tan intransigente.
Y también porque estos golpistas están vinculados a la ultra-derecha de los Estados Unidos, a la ultra-derecha venezolana, a la ultra-derecha cubana-americana y a las oligarquías de América Latina y del mundo que están de acuerdo con esos esquemas autoritarios y con este golpe militar.
Los golpistas están determinados a no permitir la restitución del Presidente Zelaya. Su fortaleza son las armas que están utilizando contra el pueblo, las armas de guerra, la fuerza militar, de tal manera que ellos se van a imponer a pesar de algunas medidas de la comunidad internacional. En el caso de los Estados Unidos son medidas que no llegan a ser tibias, son medidas sumamente suaves.”
Cuando se le preguntó qué papel debe de jugar el Presidente Zelaya a su regreso a Honduras, Zúñiga argumentó, “Creo que el papel debe de ser concreto. Por una parte, anunciarle al país el fracaso de los Acuerdos de San José de manera categórica, segundo, que él llame al boicot de las elecciones generales en vista de que las mismas son una farsa electoral convocadas por las fascistas... y apoyar ya no la propuesta de la restitución, sino del cambio que puede haber en Honduras con una Asamblea Nacional Constituyente, que emite una nueva constitución, un proyecto emancipatorio, por allí debe de aportar y puede aportar mucho.”
Tanto Cáceres como Zúñiga argumentan que Honduras es una prueba decisiva por un cambio positivo en América Latina. Cáceres dijo del régimen golpista, “Lo que nos debe preocupar es que se trata de una nueva tendencia que se puede repetir en cualquier momento, en cualquier país del continente, y es por eso que se vuelve fundamental acabar con ella.”
Zúñiga elabora un poco más, “Todos los gobiernos progresistas y todos los pueblos deben de estar de manera solidaria con el pueblo hondureño directamente. Digo esto porque se avecina un incremento en la represión, se avecina una guerra de la ultra derecha golpista contra el pueblo hondureño.
Ellos ya están contratando mercenarios de Colombia, de El Salvador, de Venezuela, cubanos de Estados Unidos, de otros países. Ellos están preparando un plan represivo a través de Billy Joya de los escuadrones de la muerte.
Pero estos golpistas tienen vinculación con otras oligarquías y otros grupos golpistas contra-revolucionarias de América Latina. Son parte de una estrategia de invasión y dominación de tal manera que los gobiernos progresistas deben de saber que después de este golpe vendrán otros golpes y este es el momento de hacer un solo nudo y detener aquí en Honduras esta escalada de la ultra derecha y eso se puede hacer apoyando los esfuerzos serios de emancipación que tienen que pasar por supuesto por la derrota de los golpistas.”
Los medios corporativos deliberadamente omiten reportar los aspectos más importantes de lo que está pasando en Honduras y jamás reportan las palabras de los dirigentes de la resistencia al régimen de facto como Juan Barahona, Carlos H. Reyes, Bertha Cáceres o Salvador Zúñiga.
Aun un destacado intelectual progresista como Noam Chomsky ha dicho, después de casi tres meses de resistencia popular sin precedentes en Honduras, “Centroamérica está traumatizada por el terror reaganiano. No es mucho lo que sucede allí.”
En general, la mayoría de los reportajes han enfocado sobre la figura del Presidente Manuel Zelaya en vez de destacar la lucha épica de resistencia por cientos de miles de hondureñas y hondureños. La mayoría de los análisis tiende a enfocar comentarios superficiales sobre las opciones disponibles, por ejemplo las elecciones ahora completamente irrelevantes, el Acuerdo-mortinato de San José o posibles sanciones adicionales en contra del régimen de facto.
Pero desde el regreso del Presidente Manuel Zelaya el 21 de septiembre, lo que pasa afuera de Honduras ha sido marginado decisivamente por los acontecimientos en las calles.
La resistencia al régimen golpista ahora es más extensa, amplia, e intensa que nunca. Los dirigentes del Frente Nacional de Resistencia al golpe de Estado tienen dificultad para quedarse adelante de las respuestas populares a la represión implacable de los funcionarios fascistas del régimen de facto. Mientras una gran parte de la resistencia surge del anhelo de restituir al Presidente legítimamente elegido, la mayor parte ahora está comprometida profundamente a una Asamblea Nacional Constituyente.
Otra dirigente de la Frente de Resistencia Nacional al golpe de Estado, Margarita Murillo, confirma lo que dicen Bertha Cáceres y Salvador Zúñiga. El día que Presidente Manuel Zelaya regresó a su país, Murillo comentó, “Los golpistas nos obligaron a unirnos en un solo objetivo. Y ese obje tivo es estar en contra del golpe de Estado y luego ir a una Asamblea Nacional Constituyente.”
De igual manera, Miriam Miranda, dirigente de la Organización Fraternal Negra de Honduras (OFRANEH) y también dirigente del Frente Nacional de Resistencia, dijo recientemente, “Ahora más que nunca el pueblo hondureño se está preparando para instalar una Asamblea Nacional Constituyente. Esa es la consigna.
Ese es el objetivo. Y ese es el paso que tenemos que dar. Y yo creo de que lo hemos ganado como hondureños. El pueblo hondureño ha ganado el derecho a construir un nuevo proceso, un proceso de cambio, a generar un proceso de cambio diferente en este país.”
El régimen golpista es intransigente porque está apoyado por las fuerzas más reaccionarias de las Américas que irán hasta el final para prevenir una Asamblea Nacional Constituyente en Honduras. Las precedentes en Venezuela, Bolivia y Ecuador han demostrado que una Asamblea Nacional Constituyente traerá cambios profundos que amenazarán el poder y los privilegios de las oligarquías de la región. Sin embargo, la resistencia popular no está dispuesta aceptar menos. Han estado exigiendo una Asamblea Nacional Constituyente desde antes del golpe del 28 de junio.
Mientras el país se acerca cada vez más a una insurrección general contra el régimen golpista y hacia la pesadilla de una guerra civil, el tema de la intervención externa figura más abiertamente y con más frecuencia en las discusiones de lo que podría resultar de la situación actual. El ejemplo de Haití no es alentador para los dirigentes de la resistencia popular.
Allí, cinco años después del golpe de Estado que expulsó al Presidente Jean-Bertrand Aristide, tropas brasileñas y de otros países siguen agrediendo al pueblo. En efecto funcionan como una fuerza de ocupación imperialista al servicio de las élites locales, regionales e internacionales.
Mucha gente en la resistencia en Honduras teme que una posible estrategia del gobierno estadounidense es de no aplicar medidas eficaces contra el régimen golpista precisamente para así ir creando las condiciones de una intervención multilateral.
Tal intervención – posiblemente en el marco del principio controvertido de “la Responsabilidad de Proteger” – probablemente servirá para imponer el Acuerdo de San José lo cual explícitamente descarta convocar a una Asamblea Nacional Constituyente.
Quizás no es una exageración argumentar que el futuro de la democracia genuinamente participativa en América Latina ahora depende de la fortaleza del movimiento de resistencia popular en Honduras.
Toni Solo
Wednesday, September 30, 2009
Monday, September 28, 2009
CUBA: En cada cuadra un comité
“En cada cuadra un comité”, así ha sido desde el 28 de septiembre de 1960 en que Fidel pronunció un gran discurso desde el Palacio Presidencial en la Habana Vieja y dijo textualmente: “Vamos a implantar, frente a las campañas de agresiones del imperialismo, un sistema de vigilancia colectiva revolucionaria”.
Ese fue el motivo para fundar el Comité de Defensa de la Revolución, organización integrada voluntariamente por más de ocho millones de personas de comunidades urbanas y asentamientos rurales, y que su misión fundamental está en la vigilancia y la prevención del delito y las ilegalidades.
Surgió en el momento de definición de la revolución donde los sabotajes y actos terroristas fueron frecuentes para fomentar la inestabilidad del sistema y crear el pánico y desacuerdo con las medidas revolucionarias.
Presente estuvo en la campaña de alfabetización, en la distribución de alimentos, en el cuidado de los bienes patrimoniales y personales, en la vacunación y en la movilización para la defensa del país y las marchas combatientes.
Se ingresa a los CDR cuando el joven cumple los 14 años de edad y de forma voluntaria se pide la integración a los efectivos residentes en el barrio, se abona una cuota mensual de 25 centavos de pesos cubanos y se participa en todas las actividades convocadas en el lugar de residencia.
Los dirigentes de base de la organización son elegidos por los vecinos atendiendo a sus méritos dentro de la comunidad, su actuar moral y al papel que desempeñan para solucionar los conflictos a nivel comunitario. Una acción importante de los CDR es el trabajo comunitario y los comicios que se desarrollan cada dos y cuatro años.
Tareas desplegadas han sido fomentar la donación de sangre voluntaria para salvar vidas; la recogida de materias primas; el embellecimiento del entorno con la limpieza de calles; la colocación de adornos y la siembra de árboles frutales y huertos; la protección ante los ciclones y catástrofes; la inmunización contra la poliomielitis, el tifus, el tétano, así como la campaña antivectorial contra el dengue y los roedores e insectos; la guardia en los centros estatales y en las costas y playas para evitar el tránsito de estupefacientes por la plataforma marítima del país.
Momento de unidad representa la caldosa (alimento realizado con la cocción de viandas, condimentos y huesos) que se realiza cada 27 de septiembre en espera del 28, espacio en que los vecinos se reúnen para juntos cocinar, charlar y bailar.
Se impone en los momentos actuales un mayor dinamismo; la iniciativa de la juventud para asumir tareas; la búsqueda de cuadros capaces en los niveles municipales y provinciales; el destierro de la rutina, la voluntad de imponer nuevos métodos y estilos de trabajo; buscar nuevas fórmulas a problemas viejos y cambiar lo que deba ser cambiado.
Decir cederista es identificarse con la comunidad, solidarizarse con el vecino, ayudar al prójimo, proteger los bienes comunes, velar por el cuidado del medio ambiente, estar presente en y por la patria.
Para felicitar a la familia del pueblo cada 28 de septiembre, baste cantar:
Desde la Sierra a la ciudad
tanto en el monte como en el mar
cuadra por barrio
barrio por pueblo
a la vanguardia, va el Comité
Nuria Barbosa León, periodista de Radio Progreso y Radio Habana Cuba
Friday, September 25, 2009
HONDURAS: Holocausto: Más de 100 hondureños muertos por dictadura político-militar
15/08/2009 21:20:00 El Libertador
El Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH), responsabiliza de estas muertes extralegales y sumarias a: Roberto Micheltti Bain, Romeo Vásquez Velásquez, Salomón Escoto Salinas, Mario Perdomo, Rodas Gamero, Luis Alberto Rubí, Roy Urtecho, Jorge Alberto Rivera Avilés y a diputados (as).
EL ESTADO MURIÓ, LA CONSTITUYENTE UNA NECESIDAD
La brutalidad de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional ha venido en ascenso en los últimos días, a fin de romper la moral de la resistencia que lleva cerca de dos meses luchando contra la dictadura impuesta a partir del golpe de Estado el 28 de junio de 2009. Los hondureños ahora demandamos una Asamblea Nacional Constituyente para que a través de una nueva Constitución de la República renazca un verdadero Estado de Derecho que proteja a la población en caso que las instituciones del Estado sea capturado por la fuerza como ahora que está en manos de la oligarquía económica-militar. De esa forma debe dejarse sin efecto el funcionamiento actual y crear bajos nuevos conceptos: el Poder Judicial, el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo y demás instituciones que se deriven, entre otras, Fuerzas Armadas, Policía Nacional, Corte Suprema de Justicia
El Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH), nos dirigimos a la comunidad internacional y al pueblo de Honduras, para denunciar y anunciar lo siguiente:
1.- Durante los días de toques de queda ilegítimos e ilegales se han producido MAS DE CIENTO UN homicidios, en los que se registran menores de edad y mujeres; que durante las horas en que han ocurrido estos homicidios el ejercito y la policía han tenido el control total y absoluto de las calles de este país, los homicidios que hoy enumeramos se ejecutaron con armas de fuego que los calibres de las armas, se supone, son de 5.56 m m., calibres que corresponden a los que usan la Fuerzas Armadas de Honduras y la Policía Nacional.
2.- Que por sus características y el contexto de una política de Estado, impuesta en contra la voluntad del pueblo, se pueden caracterizar que estas son muertes extralegales siendo responsables agentes del Estado integrantes de las Fuerzas Armadas y la policía, lideradas por el Señor Micheltti Bain y jefes militares y Policiales.
3.- CODEH responsabiliza de estas muertes extralegales y sumarias a las siguientes personas: Roberto Micheltti Bain, Romeo Vásquez Velásquez (Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Salomón Escoto Salinas (Jefe de la Policía Nacional), Mario Perdomo (Sub Secretario de Seguridad), Rodas Gamero (Secretario de Seguridad), Luis Alberto Rubí, (Fiscal General de la República) Roy Urtecho (Fiscal Adjunto), Jorge Alberto Rivera Avilés (Presidente de la Corte suprema de Justicia) y diputados (as) del Congreso Nacional que aprobaron, ilegalmente un Decreto sobre medidas de excepción que disminuyen derechos fundamentales de las personas, Magistrados de la Corte Suprema de Justicia que han tolerado y permitido estas prácticas al denegar amparos y retardar los resultados en otros casos.
4.- A continuación los nombres de las personas que han muerto en el marco de esta práctica ilegal de agentes del Estado:
Por falta de espacio no se publican los demas cuadros, para mayor información abocarse a EL LIBERTADOR.
http://ellibertador.hn/Nacional/3145.html
Thursday, September 24, 2009
Chávez: insta al pueblo de EE.UU. a luchar por el cambio del mundo
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El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien se encuentra en Nueva York, donde participa en la 64 Asamblea General de Naciones Unidas, manifestó este miércoles en una reunión con sindicatos de Nueva York, que "depende de la conciencia y el despertar del pueblo", de esa nación el hecho de impulsar "una lucha que debe unirlos a todos, que es la transformación del mundo".
Miércoles, 23 de Sep de 2009
La reunión con los sindicatos se realizó en la sede de la Misión Permanente de Venezuela ante la ONU. (Foto: teleSUR)
El presidente Chávez le explicó a los sindicados de Nueva York que él es "consecuencia de un estallido, de un parto, ese parto se hizo en América del Sur, América Latina, el Caribe, lo que ha venido es creciendo esa fuerza, expandiéndose, de ahí el golpe de Honduras, están tratando de frenar lo que yo creo que viene para acá, viene de abajo hacia arriba, como los volcanes".
Recordó una frase de Carlos Marx "trabajadores del mundo uníos" y agregó "la clase obrera unida".
"El mundo comenzó a cambiar, Estados Unidos (EE.UU.) es parte del mundo, no puede quedarse atrás", por lo que instó a su pueblo a caminar "por el socialismo, por la vía para salvar el mundo (...) Estoy seguro que EE.UU. dará una gran batalla", añadió.
"El único camino para salvar al mundo, a la Humanidad es el socialismo, no hay otro camino", enfatizó Chávez.
"Uno oye hablar del cambio, empezando por Obama, habría que preguntar cómo, dime cómo (...) Cómo cambiar este mundo en el marco del capitalismo (...) ¡Imposible!", aseguró.
Ante el ataque mediático estadounidense a su gestión y hacia su relación con Estados Unidos, aclaró que "EE.UU. es un gran país, lo queremos y lo respetamos (...) una cosa es el imperio y otra el pueblo de EE.UU.".
Expresó su deseo de mantener buenas relaciones con el actual gobierno estadounidense, pero advirtió que hay quienes no quieren que esto se concrete.
"Yo quisiera tener buenas relaciones con el gobierno de Obama pero hay mucha gente que no quiere (...) Quiero conversar, sentarnos a conversar y buscar mecanismos de cooperacion .
No soy ninguna amenaza para esta país, ni soy enemigo de este país, sólo que nos han satanizado ¿por qué?, porque le tienen miedo a la democracia", dijo el mandatario venezolano.
En referencia a los gobiernos progresistas de Latino américa, dijo: "Nos atacan, nos dicen que somos enemigos de EE.UU.", algo que volvió a negar y luego aclaró que "somos enemigos del imperialismo, del hambre, la miseria, de la explotación".
"Mi corazón me dice que ustedes sí saben la verdad, que ustedes sí saben quienes son sus enemigos (...) son los grandes capitalistas que aquí mismo los están saqueando a ustedes", continuó.
El presidente Chávez, luego de asegurar que el mundo está transitando por una gran oportunidad para abrir nuevos horizontes, señaló que la presidencia de Barack Obama "generó y sigue generando espectativas".
"A veces uno tiene la sensación de que hay dos Obamas, uno que da discursos y otro que toma decisiones contradictorias a su discurso (...) él habla de promover la paz (...)", consideró el presidente venezolano.
Refiriéndose a su homólogo estadounidense, preguntó, "si usted promueve la paz, entonces por qué las siete bases militares en Colombia?, ¿Por qué la cuarta flota en las aguas de Latinoamerica?, ¿Unas bases de qué?, ¿De paz?, ¡No, de guerra!".
"¡Obama, Obama, Obama despierta!, ¡Abre los ojos!", le instó. "No mandes más soldados a Colombia, ni más aviones de guerra, eso es como echarle gasolina al pueblo (...) vamos a hablar de paz vamos a convocar una mesa de paz".
"Obama pudiera ser el iniciador de un proceso de cambio hacia dentro, pero pídanle que se dedique a gobernar, que se olvide de (las ocupaciones de EE.UU. en) Irak , Afganistán (...). ¿Por qué no cogerá calle Obama?, ¿Por qué no convocará a una concentración de todos los que no tienen seguridad social, y que el pueblo, sobre todo los pobres, salgan a rugir?", puntualizó Chávez.
A su juicio existen dos Obama: “El Obama del discurso de hoy es el Obama que aplaudimos. Pero hay una realidad: Estados Unidos, siete bases militares en Colombia. A ese Obama no lo aplaudimos. ¿Si Obama habla de la paz para qué siete bases militares en Colombia?”.
Al respecto dijo que “el discurso de Gaddafi es un discurso memorable. Está haciendo la revisión de la historia del siglo XX y proyectando el siglo XXI. Gaddafi es un hombre brillante. Yo le admiro. Es mi hermano”.
“Esta es sólo una idea de lo que se pudiera hacer por eso espero que la CIA y los cuerpos de inteligencia de Estados Unidos no vayan a decir que estamos haciendo células terroristas”.
En tal sentido resaltó que el Alba es mucho más que una alianza de gobiernos “hay que llenarla de pueblo porque son ustedes mismos quienes construyen estas alternativas”.
Igualmente quiso dejar en claro que esto no es injerencia o pretensión de intervenir sobre el ordenamiento social de EEUU sino que sería simplemente una respuesta de los mismos sindicatos, “nosotros simplemente otorgaríamos las herramientas”.
Asimismo indicó que una oportunidad ideal para realizar el primer acercamiento sería el próximo 16 y 17 de octubre en la reunión de líderes del Alba, que se efectuará en Cochabamba, Bolivia.
“Por muchos años la clase obrera fue debilitada porque el capitalismo la picó en pedacitos. Es un deber de los mismos movimientos lograr verdaderos convenios de trabajo común a nivel multilateral”.
HONDURAS: Represión en Tegucigalpa la noche del 23 de septiembre.
Publicado por Norelys Morales el septiembre 24,2009
Hubo niños y ancianos lesionados. Fueron allanadas casas y maltratados los moradores. Se ignora la cifra exacta de apresados llevados a lugares desconocidos. Pero, los residentes cuentan que los han visto y que hay muchos heridos en los hospitales.
En el Hato, un barrio popular de Tegucigalpa, la población no dejó entrar a los uniformados e hizo frente al desafío de ocupar el vecindario.
“Vengo del hospital de traer a mis hermanos –relató una mujer- ambos arrestados por la policía (después de la marcha) y golpeados salvajemente, mientras les gritaban que así aprenderían a no andar en marchas y que Mel no los iba a liberar de la golpiza”.
La entrevistada confirmó que la policía captura a pacientes del Hospital, pues vio como se llevaban a dos jóvenes heridos. Cada dos horas recorren los centros médicos.
Desde San Pedro Sula, Erik Hyde, otro antigolpista pidió divulgar un texto en el que expresó: “Hondureños, hermanos míos, por nuestras venas corre la sangre libertaria de Morazán, demostremos ser dignos hijos de esta patria grande Honduras y alcemos nuestro nuevo grito de libertad, para recuperar lo que es nuestro, nuestra independencia, nuestra soberanía, nuestra patria”.
Tegucigalpa (ByCR). Poco antes de la media noche del 23 de septiembre policía y militares reprimían en diferentes colonias y barrios de la capital. Los uniformados tiraron bombas lacrimógenas y dispararon a pobladores y miembros de la resistencia.
Hubo niños y ancianos lesionados. Fueron allanadas casas y maltratados los moradores. Se ignora la cifra exacta de apresados llevados a lugares desconocidos. Pero, los residentes cuentan que los han visto y que hay muchos heridos en los hospitales.
En el Hato, un barrio popular de Tegucigalpa, la población no dejó entrar a los uniformados e hizo frente al desafío de ocupar el vecindario.
“Vengo del hospital de traer a mis hermanos –relató una mujer- ambos arrestados por la policía (después de la marcha) y golpeados salvajemente, mientras les gritaban que así aprenderían a no andar en marchas y que Mel no los iba a liberar de la golpiza”.
Uno de los jóvenes de 21 años recibió múltiples golpes en la espalda y al otro le quebraron las dos manos.
Desde San Pedro Sula, Erik Hyde, otro antigolpista pidió divulgar un texto en el que expresó: “Hondureños, hermanos míos, por nuestras venas corre la sangre libertaria de Morazán, demostremos ser dignos hijos de esta patria grande Honduras y alcemos nuestro nuevo grito de libertad, para recuperar lo que es nuestro, nuestra independencia, nuestra soberanía, nuestra patria”.
En Tegucigalpa corre la voz que la Corte Internacional de Justicia de la Haya ha aceptado juicios contra los golpistas, aunque nuestros Corresponsales no pudieron corroborar la información.
Wednesday, September 23, 2009
Obama y el bloqueo a Cuba
Rubén Záccaro
Miente, miente, que algo queda, es la consigna que los que ostentan el poder de la comunicación no abandonan. Y les da resultados.
Repetir nuestras verdades, ¿nos servirá?. Pues probemos una vez más: “No confiar en los imperialistas ni un tantico así, nada”.
Estados Unidos tiene leyes, una es la “Ley de Comercio con el enemigo”, vigente desde 1917 y que prohíbe cualquier intercambio con los países considerados una amenaza.
“Determino que la continuación durante un año del ejercicio de esa autoridad respecto a Cuba es de interés Nacional”, dijo Obama el lunes 14 de septiembre.
Es decir que Cuba es una amenaza para los Estados Unidos.
Y en realidad coincidimos con Barak Obama. El ejemplo de Cuba es una amenaza para el modelo de vida yanqui. En lugar de invadir con tropas otros países, Cuba manda brigadas de médicos. En vez de bombardear poblaciones indefensas, Cuba envía brigadas de alfabetizadores, con un arma poderosa de invención cubana: El Yo Sí Puedo, un eficaz método de alfabetización.
Ironías a parte, el bloqueo, queridos amigos, no es que si no tengo plata para comprar en El Chino, Don Juan, que aún conserva el almacén, seguro que me fía un paquete de yerba. Bloqueo, queridos amigos, es un niño cubano, esperando para una delicada operación , un catéter que solo tiene Estados Unidos, el Estado Cubano tiene los dólares para comprarlo, pero los yanquis no se lo venden. El niño cubano muere. ¿Se entiende?
El Bloqueo es una guerra que a Cuba le provoca muertes.
Obama podría haber levantado la medida genocida. Las Naciones Unidas lo votan en forma prácticamente unánime ¿Por qué él no lo hace? Porque es Yanqui. Sigue ocupando y matando en Irak y Afganistán. Instala bases militares en Colombia ¿Por qué no gana la lucha contra el narcotráfico Estados Unidos? Porque su pueblo es el principal consumidor de drogas.
Nadie obligó a Obama a firmar la continuación del bloqueo.
Obama, también puede, liberar a los Cinco cubanos presos por luchar contra el terrorismo.
Cuando Delano Roosevelt, democrático y reformador de los Estados Unidos, recibió con mucha pompa al dictador nicaragüense Anastacio Somoza, a finales de la década del 30, unos periodistas le reclamaron porque recibía así a un hijo de puta. El presidente Roosevelt respondió: "sí, es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta". Definición precisa y cínica que constituye una constante del comportamiento del gobierno de los Estados Unidos frente a Latinoamérica y otras regiones del mundo.
Nada parece haber cambiado en Estados Unidos, sea quien sea el que ocupe la Casa Blanca.
Seguiremos repitiendo junto a Cuba, la frase que acuñara el recientemente desaparecido Comandante Juan Almeida Bosque: ¡Aquí no se rinde nadie!
¡Libertad a los 5 cubanos presos en Estados Unidos por luchar contra el Terrorismo!
Miente, miente, que algo queda, es la consigna que los que ostentan el poder de la comunicación no abandonan. Y les da resultados.
Repetir nuestras verdades, ¿nos servirá?. Pues probemos una vez más: “No confiar en los imperialistas ni un tantico así, nada”.
Estados Unidos tiene leyes, una es la “Ley de Comercio con el enemigo”, vigente desde 1917 y que prohíbe cualquier intercambio con los países considerados una amenaza.
“Determino que la continuación durante un año del ejercicio de esa autoridad respecto a Cuba es de interés Nacional”, dijo Obama el lunes 14 de septiembre.
Es decir que Cuba es una amenaza para los Estados Unidos.
Y en realidad coincidimos con Barak Obama. El ejemplo de Cuba es una amenaza para el modelo de vida yanqui. En lugar de invadir con tropas otros países, Cuba manda brigadas de médicos. En vez de bombardear poblaciones indefensas, Cuba envía brigadas de alfabetizadores, con un arma poderosa de invención cubana: El Yo Sí Puedo, un eficaz método de alfabetización.
Ironías a parte, el bloqueo, queridos amigos, no es que si no tengo plata para comprar en El Chino, Don Juan, que aún conserva el almacén, seguro que me fía un paquete de yerba. Bloqueo, queridos amigos, es un niño cubano, esperando para una delicada operación , un catéter que solo tiene Estados Unidos, el Estado Cubano tiene los dólares para comprarlo, pero los yanquis no se lo venden. El niño cubano muere. ¿Se entiende?
El Bloqueo es una guerra que a Cuba le provoca muertes.
Obama podría haber levantado la medida genocida. Las Naciones Unidas lo votan en forma prácticamente unánime ¿Por qué él no lo hace? Porque es Yanqui. Sigue ocupando y matando en Irak y Afganistán. Instala bases militares en Colombia ¿Por qué no gana la lucha contra el narcotráfico Estados Unidos? Porque su pueblo es el principal consumidor de drogas.
Nadie obligó a Obama a firmar la continuación del bloqueo.
Obama, también puede, liberar a los Cinco cubanos presos por luchar contra el terrorismo.
Cuando Delano Roosevelt, democrático y reformador de los Estados Unidos, recibió con mucha pompa al dictador nicaragüense Anastacio Somoza, a finales de la década del 30, unos periodistas le reclamaron porque recibía así a un hijo de puta. El presidente Roosevelt respondió: "sí, es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta". Definición precisa y cínica que constituye una constante del comportamiento del gobierno de los Estados Unidos frente a Latinoamérica y otras regiones del mundo.
Nada parece haber cambiado en Estados Unidos, sea quien sea el que ocupe la Casa Blanca.
Seguiremos repitiendo junto a Cuba, la frase que acuñara el recientemente desaparecido Comandante Juan Almeida Bosque: ¡Aquí no se rinde nadie!
¡Libertad a los 5 cubanos presos en Estados Unidos por luchar contra el Terrorismo!
Tuesday, September 22, 2009
EL SALVADOR: Máscaras :esquizofrenia y parálisis en el FMLN
Ventura Giménez
Tendencia Revolucionaria de El Salvador
Ya no cubren ningún rostro con madera o piel. Ahora son máscaras de carne y hueso, máscaras discursivas. O siglas, o banderas. Ahora se despliegan en otro teatro. Eso sí, las máscaras contemporáneas conservan intactas sus funciones primigenias: representan y –sobre todo- ocultan.
Por lo que cuentan las crónicas más antiguas, el uso de máscaras se remonta a los primeros albores de la humanidad. Melanesios, mayas, egipcios, griegos… Culturas tan diversas elevaron su uso a categorías ceremoniales, religiosas y hasta lúdicas, y –como ya advirtió el poeta Neruda- hicieron de ello un arte.
De sus distintos usos, no obstante, se desprenden dos funciones comunes a todas las culturas y todos los periodos. Por un lado, representar. Por otro lado, ocultar. Es decir, la máscara es ese objeto humano -ese primer fetiche- que inaugura, en la historia, la diferenciación entre lo aparente y lo real; entre lo que es y lo que parece ser. Entonces, ¿qué oculta una máscara? ¿Quién hay detrás de ella? Primero fue el chamán. Poco después, el actor. Luego, se sumaron luchadores, penitentes, forajidos.
Hoy, en El Salvador, su forma ha mutado, y se ha extendido a la política. Ya no cubre ningún rostro con madera o piel. Ahora son máscaras de carne y hueso, máscaras discursivas. O siglas, o banderas. Ahora se despliegan en otro teatro. Eso sí, las máscaras contemporáneas conservan intactas sus funciones primigenias: representan y –sobre todo- ocultan.
Las derechas de este país aprendieron rápido las virtudes de su uso. Tras protagonizar un siglo XX cargado de genocidios y masacres, no dudaron en hacerse con una bella máscara democrática.
Ya no era necesario comandar escuadrones de la muerte. ¿Para qué? Ahora podían seguir aferrados a sus privilegios de clase ocultándose tras un Estado de Derecho avalado internacionalmente. Bien es cierto –se me reprochará- que tuvieron que sentarse y firmar unos acuerdos de paz. Pero bastó con escamotear gran parte de los compromisos firmados para continuar con el saqueo.
En verdad, ése fue el primer cosmético que adornó su careta. Luego vendrían muchos más. A tal punto llegaron, que hoy reaparece en la escena el corifeo mayor de esa derecha, Alfredo Cristiani, desempolvando sus viejos eslóganes: Presidente de la Paz, faro y guía de la libertad, garante de la gobernabilidad democrática. Al fin y al cabo, ¿qué otra cosa es, si no, la “oposición constructiva” que ha prometido? ¿Acaso va a devolver lo que se llevó? ¿Acaso va a entregar sus latifundios al pueblo? Que nadie se escandalice; es sólo una máscara.
En los últimos años, sin embargo, ocurrió un hecho insólito. Hubo una fractura real dentro de la oligarquía nacional. Los príncipes comenzaron a airear sus diferencias, y surgieron facciones. Los ganadores auparon a uno de los suyos, Tony Saca, y bien se mantuvieron impunes tras su oronda sombra. En contraposición, los perdedores tuvieron que renunciar a su parte del botín. Al menos, momentáneamente.
Coincidiendo con aquel periodo, el periodista Mauricio Funes iba ganando enteros como comunicador independiente, “moderado” e insobornable en sus críticas al Gobierno. En 2005, además, fue despedido de una cadena televisiva controlada por capitales extranjeros, añadiendo así el carácter de víctima del sistema a una imagen ya de por sí inmaculada. Tras este episodio, el producto Funes estaba ya listo para saltar a la arena política. Faltaba sólo una plataforma que lo catapultara.
Poco después, fallecía Schafik Handal. El viejo y entrañable Comandante Simón desapareció de forma inesperada, dejando cierta sensación de orfandad en muchas de las personas que habían combatido bajo las siglas del FMLN.
Tras unos meses de desconcierto, el partido atisbó una salida, y decidió lanzarse de lleno a bailar el baile de máscaras. ¿Por qué no? Al fin y al cabo, esa estrategia había proporcionado grandes réditos al enemigo.
Sabedores de que su techo electoral les impedía alcanzar, por sí solos, la Presidencia de la República, los dirigentes farabundistas optaron por buscar aquel capital simbólico, aquella imagen, que les permitiera trascender este techo. Y la encontraron. Veintiún meses después de la muerte de Schafik, Mauricio Funes era proclamado, oficialmente, el candidato a la Presidencia por el FMLN. Y resulta que la estrategia funcionó.
Pese a que la derecha volvió a basar toda su campaña electoral en agitar el miedo contra el comunismo, no logró asustar a todas esas masas “despartidizadas” que le habían proporcionado las mayorías de antaño. Funes ganó, y el partido de gobierno cayó tras veinte años en el poder. Al fin, el cambio estaba en marcha. O eso parecía.
Algo no terminaba de cuadrar en todo esto. Para empezar, la izquierda entraba a jugar en cancha ajena.
A fin de cuentas, este baile era más propio de la derecha.
De hecho, ya antes de las elecciones, habían aparecido esos príncipes derrotados en la pugna desatada en las filas de la oligarquía hacía años. Los Salume, Cáceres, Mungía Payés… Estos “amigos”, educados en los mejores salones de baile de la política y la economía, habían entendido rápidamente la jugada y, previendo las posibilidades de triunfo del candidato Funes, se habían apresurado a adular su figura.
Aparecía, así, un primer problema: dos rostros para una sola máscara. Al principio, esto no pareció inquietar mucho a nadie. Es más, tanta ambigüedad resultó favorable a la estrategia electoral. Bajo el lema “cambio seguro”, Mauricio aparecía, indistintamente, enfatizando uno u otro término.
A los unos se les daba el nombre (cambio), mientras que a los otros se les concedía el adjetivo (seguro).
En realidad, para aquellos que quisieron entender, el mensaje se traducía por algo así como “vamos a transformar las cosas. Pero, ¡ey, tranquilos! Tampoco tanto”. Contentos unos y otros, juntos acudieron a votar un día de marzo.
Llegó entonces la hora de gobernar. Y la primera señal apuntó al gabinete económico. Conspicuos tecnócratas tomaron las riendas de las finanzas públicas, y poco tardaron en acudir a esos mismos organismos internacionales que habían apadrinado la larga noche neoliberal.
La oligarquía podía ahora respirar tranquila. No se iba a hacer nada sin el permiso de la ortodoxia más conservadora.
Nada de poner en duda la dolarización, o el TLC, o las privatizaciones de bienes públicos.
Nada de intervenir –siquiera moderadamente- en los mercados.
En definitiva, nada de cambios.
Luego llegó el golpe militar en el vecino país de Honduras. Tras unas semanas de desconcierto, de dimes y diretes, de condenar sin actuar, el nuevo gobierno salvadoreño optó por apuntarse al llamado Plan Arias.
Ese plan que concedía el mismo grado de interlocución a los usurpadores y a los legítimos representantes de la soberanía hondureña. El mismo que avalaba la ruptura del orden constitucional, al reconocer que el mando de las fuerzas armadas ya no correspondía al presidente derrocado.
Sólo la torpeza prepotente de los golpistas les impidió aplaudir ese plan, y con ello, se evitó el bochorno aún mayor que hubiera supuesto su implementación para la comunidad internacional, y para el Gobierno Funes en particular.
Posteriormente, reapareció en la agenda política el controvertido asunto de la presa de El Chaparral. La lucha contra esta construcción faraónica (y las que están aún por venir) se había convertido en una de las banderas de lucha de los movimientos sociales y, con ellos, del propio FMLN.
Símbolo del despotismo arenero, estandarte del desprecio a los moradores de los territorios afectados y al medio ambiente, éste era el ejemplo perfecto de todas esas prácticas a las que había que poner un contundente freno.
El Gobierno, sin embargo, volvió a decepcionar. Pero esta vez, con un agravante: rompió, expresamente, una de las promesas electorales. Avergonzados hasta de sí mismos, los nuevos gobernantes apelaron al posibilismo más pueril para justificar lo injustificable, y se embarcaron en una estrategia de distracción, prometiendo diálogo.
Eso sí, antes de sentarse a dialogar, lo dejaron todo bien claro: “la presa se va a construir”. Qué prometedora manera de comenzar un diálogo.
A tan sólo cien días de la toma de posesión, parece que la máscara cobró vida propia, o que –más bien- ahora sólo sirve a esos príncipes que pujaron por su uso.
Es más, se podría decir que, enredado en el maldito juego de lo que es y de lo que parece ser, el FMLN ha terminado por aparecer como el cazador cazado, como el patético bufón de una pantomima.
Ahora es el Frente la máscara de Funes. La máscara de la máscara… que cubre los rostro de siempre.
De otro modo, no se explican las contradicciones –cuando no el clamoroso silencio- de sus ideólogos.
Éstos ya no saben si participan en un gobierno de unidad nacional, o de un gobierno de izquierdas.
Ya no saben si mandan, o son mandados.
Desconocen, en fin, para qué –o para quién- hacen lo que hacen, o dejan de hacer.
Porque pareciera que se mueven por pura inercia de poder, que no existen órganos de dirección que propongan planes, ni estrategias.
Ni salidas. Ni argumentos.
Nada. En definitiva, pareciera que ya no saben quiénes son, o que lo saben, pero no lo quieren reconocer. Es decir, que sufren de una galopante esquizofrenia, y que –a resultas de ello- están políticamente paralizados.
Ante este panorama, muchos de los dirigentes buscan desesperadamente una coartada que les aleje del manicomio.
Algunos han llegado a manifestar, en círculos privados, que “esto es sólo un gobierno de transición.
Luego vendrá el socialismo”.
Como si no fueran conscientes de que nadie, en la historia, ha salido jamás indemne tras plegarse a la realpolitik.
Una vez que pisas los terrenos de la complacencia, pasas tú mismo a ser un cómplice; no hay vuelta atrás. Has pasado a ser vehículo de la reacción; no hay forma de llamar a la revolución. Ya nadie te cree. Ni siquiera tú mismo.
VENEZUELA: Se defiende de las acusaciones de Hilary Clinton en la ,OEA
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VENEZUELA: Se defiende de las acusaciones de Hilary Clinton en la ,OEA
Roy Chaderton: Acusación de Hilary Clinton “viene del único país que ha utilizado bombas atómicas para aniquilar a seres humanos”
“Venezuela no tiene apetitos bélicos, no está en su naturaleza y el porcentaje de su Producto Interno Bruto (PIB) en gastos militares es el más bajo de nuestro vecindario latino”, aseveró el representante permanente ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton Matos.
Durante su intervención en el Consejo Permanente de la OEA, celebrado en Washington D.C, Estados Unidos, este miércoles, Chaderton destacó que en el país “estamos abiertos a las gestiones de transparencia que emprenda el Consejo de Defensa de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur)”.
“A Venezuela le indigna la preocupación artificial traducida en amenaza a nuestra seguridad que hizo pública la secretaria de Estado, Hilary Clinton, en relación con lo que ha denominado la carrera armamentista de Venezuela y su falta de transparencia”, indicó.
Precisó que esta difamación en contra de Venezuela “viene del único país (Estados Unidos) que ha utilizado bombas atómicas para aniquilar a seres humanos”.
Explicó que la nación de Bolívar “desde 1825 no ha participado en ninguna guerra internacional y que cuando lo hizo fue para llevar la libertad a otros países hermanos en su enfrentamiento a los poderes imperiales de la época. De esas victorias militares Venezuela no se apropió de un solo centímetro cuadrado de los territorios liberados”.
Agregó:“En negociaciones para evitar los horrores de la guerra perdimos cientos de miles de kilómetros cuadrados sin disparar un solo tiro, pero nunca más las tropas venezolanas salieron de nuestras fronteras para hacer la guerra ni tampoco nuestros conflictos internos los hemos desbordado sobre nuestro vecindario”.
En relación con la creciente arremetida de la dictadura mediática global para difamar al presidente Hugo Chávez, Chaderton subrayó que esto no es más que un indicio de que la obsesión bélica no descansa, “a pesar de que Venezuela sólo compra armamento para defenderse y proteger su proceso de justicia social, de democracia y de paz”.
“Es un insulto a la inteligencia de los latinoamericanos y caribeños acusarnos de intenciones de desviar armamento hacia países vecinos, al pretender vendernos la imagen de aeropuertos selváticos clandestinos fuera de Venezuela donde aterricen nuestros aviones Sukhoi o del traslado desde Venezuela de voluminosas bases móviles de cohetes defensivos hacia la espesura vecina’, dijo.
Igualmente, recalcó que vistos los antecedentes históricos y los recursos estratégicos de Suramérica, no es aventurado decir que la IV Flota y el Comando Sur ’son una amenaza a la seguridad y a la paz en nuestro continente”.
Zelaya: Honduras: ¿el principio del fin?
Honduras: ¿el principio del fin?
Zelaya ya está en Tegucigalpa y su ingreso a Honduras, burlando las “medidas de seguridad” instaladas a lo largo de la frontera, debería marcar el comienzo del fin del régimen golpista. Son varias las razones que fundamentan esta esperanza, que sucintamente se exponen a continuación.
Primero, porque los gorilas hondureños y sus instigadores y protectores en Estados Unidos (principalmente en el Comando Sur y el Departamento de Estado) subestimaron la masividad, intensidad y perseverancia de la resistencia popular que día tras día, sin desmayos, manifestaría su oposición al golpe de estado. En realidad tamaño rechazo no estaba en los cálculos de nadie, si nos atenemos a la historia contemporánea de Honduras. Pero el nuevo rumbo decidido por Zelaya: su positiva respuesta ante largamente postergados reclamos populares y la reorientación de su inserción internacional en el marco del ALBA tuvieron un efecto pedagógico impresionante y desencadenaron una reacción popular inesperada para propios y ajenos.
Segundo: el régimen golpista demostró ser incapaz de romper un doble aislamiento. En el frente interno, quedando cada vez más en evidencia que su base social de sustentación se reducía a la oligarquía y algunos grupos subordinados a su hegemonía, incluyendo los medios de comunicación dominados sin contrapeso por el poder del capital. Además, el paso del tiempo lejos de debilitar la resistencia popular lo que hizo fue acotar cada vez más el apoyo social al régimen. En el flanco internacional el aislamiento de Micheletti y su banda es casi absoluto: salvo poquísimas excepciones toda la América Latina y el Caribe retiró sus embajadores, y lo propio hicieron varios de los países más gravitantes de Europa. La misma OEA adoptó una línea dura en contra del régimen y, a poco andar, el único apoyo externo con que contaba el gobierno provenía de Estados Unidos. Este sin embargo, siguió una trayectoria declinante que se fue acentuando con el paso del tiempo: desde la negación de visados al personal diplomático acreditado en Washington hasta medidas cada vez más exigentes en contra del propio Micheletti y sus colaboradores.
Tercero, porque las ambiguas políticas del gobierno de Estados Unidos -producto de la puja interna dentro de la administración- que facilitaron la perpetración del golpe de estado fueron lentamente definiéndose en una dirección contraria a los intereses de los usurpadores. Si el inicial rechazo al golpe manifestado por Obama fue luego atenuado y entibiado por su antigua (¿y actual?) rival, la Secretaria de Estado Hillary Clinton, el carácter indisimulablemente retrógrado de Micheletti y su entorno así como la interminable sucesión de exabruptos e insultos dirigidos a Obama cada vez que la Casa Blanca expresaba alguna crítica a Tegucigalpa y su manifiesta incapacidad para construir una base social, fueron lentamente inclinando el fiel de la balanza en contra de las posturas amadrinadas por la Secretaria de Estado y creando una atmósfera cada vez más antagónica en relación a los golpistas.
Cuarto y último: el régimen instaurado el 28 de Junio constituye un serio dolor de cabeza para Obama. En primer lugar, porque desmiente enfáticamente sus promesas de fundar una nueva relación entre Estados Unidos y los países del hemisferio.
El apoyo inicial al golpe, puesto de manifiesto en la obstinada resistencia de Washington a caracterizarlo como un ”golpe de estado”, la tibieza de la respuesta diplomática y la indiferencia ante las gravísimas violaciones a los derechos humanos perpetrada por Tegucigalpa dañó seriamente la imagen que Obama quería establecer en América Latina y el Caribe.
La continuidad del régimen golpista haría aparecer a Obama como un político irresponsable y demagógico o, peor aún, como alguien incapaz de controlar lo que hacen y dicen sus subordinados en el Pentágono, el Comando Sur y el Departamento de Estado.
Y esto se liga con otro asunto, el segundo, sumamente importante y que excede el marco de la política hemisférica: su credibilidad en la arena internacional.
Al demostrar su impotencia para controlar lo que ocurre en su “patio trasero” los gobernantes de otros países -especialmente la China, Rusia y la India- tienen razones para sospechar que tampoco será capaz de controlar a los sectores más belicistas y reaccionarios de Estados Unidos, para quienes sus promesas de alentar el multilateralismo equivalen a una capitulación incondicional ante sus odiados enemigos. Esto es particularmente grave en momentos en que Obama está negociando con Rusia un nuevo acuerdo para reducir el arsenal nuclear de ambos países, algo que Washington necesita tanto o más que Moscú debido a la hemorragia económica producida por las guerras en Irak y Afganistán y al incontenible déficit fiscal norteamericano.
El fracaso de este acuerdo tendría un costo económico enorme sobre el presupuesto público en momentos en que ese dinero se necesita para aventar los riesgos de una profundización de la crisis económica estallada en el 2008. Pero para persuadir a los rusos de que su plan de reducción de armamentos es viable tiene primero que demostrar que está en control de la situación y que sus halcones dentro del Pentágono no le quebrarán la mano. Cada día que permanezca Micheletti en el poder equivale a un mes más de difíciles conversaciones con Medvedev y Putin para convencerlos de que sus promesas se traducirán en hechos. Porque, si no puede controlar a los suyos en Honduras, ¿podrá hacerlo cuando se trate de una cuestión estratégica y vital para la seguridad nacional de Estados Unidos?
Zelaya ya está en Tegucigalpa y su ingreso a Honduras, burlando las “medidas de seguridad” instaladas a lo largo de la frontera, debería marcar el comienzo del fin del régimen golpista. Son varias las razones que fundamentan esta esperanza, que sucintamente se exponen a continuación.
Primero, porque los gorilas hondureños y sus instigadores y protectores en Estados Unidos (principalmente en el Comando Sur y el Departamento de Estado) subestimaron la masividad, intensidad y perseverancia de la resistencia popular que día tras día, sin desmayos, manifestaría su oposición al golpe de estado. En realidad tamaño rechazo no estaba en los cálculos de nadie, si nos atenemos a la historia contemporánea de Honduras. Pero el nuevo rumbo decidido por Zelaya: su positiva respuesta ante largamente postergados reclamos populares y la reorientación de su inserción internacional en el marco del ALBA tuvieron un efecto pedagógico impresionante y desencadenaron una reacción popular inesperada para propios y ajenos.
Segundo: el régimen golpista demostró ser incapaz de romper un doble aislamiento. En el frente interno, quedando cada vez más en evidencia que su base social de sustentación se reducía a la oligarquía y algunos grupos subordinados a su hegemonía, incluyendo los medios de comunicación dominados sin contrapeso por el poder del capital. Además, el paso del tiempo lejos de debilitar la resistencia popular lo que hizo fue acotar cada vez más el apoyo social al régimen. En el flanco internacional el aislamiento de Micheletti y su banda es casi absoluto: salvo poquísimas excepciones toda la América Latina y el Caribe retiró sus embajadores, y lo propio hicieron varios de los países más gravitantes de Europa. La misma OEA adoptó una línea dura en contra del régimen y, a poco andar, el único apoyo externo con que contaba el gobierno provenía de Estados Unidos. Este sin embargo, siguió una trayectoria declinante que se fue acentuando con el paso del tiempo: desde la negación de visados al personal diplomático acreditado en Washington hasta medidas cada vez más exigentes en contra del propio Micheletti y sus colaboradores.
Tercero, porque las ambiguas políticas del gobierno de Estados Unidos -producto de la puja interna dentro de la administración- que facilitaron la perpetración del golpe de estado fueron lentamente definiéndose en una dirección contraria a los intereses de los usurpadores. Si el inicial rechazo al golpe manifestado por Obama fue luego atenuado y entibiado por su antigua (¿y actual?) rival, la Secretaria de Estado Hillary Clinton, el carácter indisimulablemente retrógrado de Micheletti y su entorno así como la interminable sucesión de exabruptos e insultos dirigidos a Obama cada vez que la Casa Blanca expresaba alguna crítica a Tegucigalpa y su manifiesta incapacidad para construir una base social, fueron lentamente inclinando el fiel de la balanza en contra de las posturas amadrinadas por la Secretaria de Estado y creando una atmósfera cada vez más antagónica en relación a los golpistas.
Cuarto y último: el régimen instaurado el 28 de Junio constituye un serio dolor de cabeza para Obama. En primer lugar, porque desmiente enfáticamente sus promesas de fundar una nueva relación entre Estados Unidos y los países del hemisferio.
El apoyo inicial al golpe, puesto de manifiesto en la obstinada resistencia de Washington a caracterizarlo como un ”golpe de estado”, la tibieza de la respuesta diplomática y la indiferencia ante las gravísimas violaciones a los derechos humanos perpetrada por Tegucigalpa dañó seriamente la imagen que Obama quería establecer en América Latina y el Caribe.
La continuidad del régimen golpista haría aparecer a Obama como un político irresponsable y demagógico o, peor aún, como alguien incapaz de controlar lo que hacen y dicen sus subordinados en el Pentágono, el Comando Sur y el Departamento de Estado.
Y esto se liga con otro asunto, el segundo, sumamente importante y que excede el marco de la política hemisférica: su credibilidad en la arena internacional.
Al demostrar su impotencia para controlar lo que ocurre en su “patio trasero” los gobernantes de otros países -especialmente la China, Rusia y la India- tienen razones para sospechar que tampoco será capaz de controlar a los sectores más belicistas y reaccionarios de Estados Unidos, para quienes sus promesas de alentar el multilateralismo equivalen a una capitulación incondicional ante sus odiados enemigos. Esto es particularmente grave en momentos en que Obama está negociando con Rusia un nuevo acuerdo para reducir el arsenal nuclear de ambos países, algo que Washington necesita tanto o más que Moscú debido a la hemorragia económica producida por las guerras en Irak y Afganistán y al incontenible déficit fiscal norteamericano.
El fracaso de este acuerdo tendría un costo económico enorme sobre el presupuesto público en momentos en que ese dinero se necesita para aventar los riesgos de una profundización de la crisis económica estallada en el 2008. Pero para persuadir a los rusos de que su plan de reducción de armamentos es viable tiene primero que demostrar que está en control de la situación y que sus halcones dentro del Pentágono no le quebrarán la mano. Cada día que permanezca Micheletti en el poder equivale a un mes más de difíciles conversaciones con Medvedev y Putin para convencerlos de que sus promesas se traducirán en hechos. Porque, si no puede controlar a los suyos en Honduras, ¿podrá hacerlo cuando se trate de una cuestión estratégica y vital para la seguridad nacional de Estados Unidos?
Friday, September 18, 2009
Como hace 180 años, las mismas fuerzas reaccionarias siguen atentando contra la unidad centroamericana
Como hace 180 años, las mismas fuerzas reaccionarias siguen atentando contra la unidad centroamericana
Hubo un tiempo en el cual América Central fue una sola tierra, una sola nación, una sola patria. Su existencia no llegó a cuajar en instituciones que perduraran en el tiempo, y quizás no pudo ser más que el nacimiento de una idea y de un sentimiento. Pero esto fue suficiente para que las fuerzas conservadoras comprendieran que esa “apenas intención” era lo más amenazante para sus privilegios. Hoy, Honduras es víctima de las mismas clases aferradas a los mismos privilegios. El golpe de Estado es la reedición de una antigua historia de dominación, pero esta vez ha despertado una conciencia que latía en el pueblo, esperando su oportunidad.
Juan Bautista Vico (1668-1744), reconocido historiador italiano y fundador de la filosofía de la historia, en su obra “La Ciencia nueva” reconoce el mundo de la historia como objeto propio del conocimiento, porque en él los seres humanos son producto de su acción. En este sentido, dice Vico, la historia no avanza de forma lineal empujada por el progreso, sino en forma de ciclos que se repiten, y que implican siempre avances y retrocesos. Son esos los cursos y recursos de la historia en los que hay un retorno cíclico de las épocas, un movimiento de flujo y reflujo, de marchas y contramarchas, de idas y vueltas.
Pero no se trata de un eterno retorno de todas las cosas, sino un volver a un estadio que se creía superado, pero ahora visto desde una nueva perspectiva. Según Vico, la humanidad avanza y retrocede, pero cada retroceso dispara con ímpetu la siguiente etapa de avance, que tampoco será definitiva y volverá a retroceder1.
El proceso de independencia y unidad centroamericana
Según Aldo Díaz Lacayo, reconocido historiador y analista político nicaragüense, “en Centroamérica no hubo una verdadera independencia porque no hubo un movimiento político estructurado a nivel regional que se haya impuesto este objetivo, luchando por ello hasta lograrlo.
Al comienzo de 1800, Centroamérica estaba todavía bajo el dominio del Reino de España. La Capitanía General de Guatemala estaba formada por las provincias de Guatemala, Honduras y Nicaragua, la Gobernación de Costa Rica y las Intendencias de Chiapas y El Salvador.
Cuando llegaron las informaciones acerca de que la Intendencia de Chiapas se había anexado a México, las demás provincias decidieron declararse independientes con todos los territorios que estaban dentro de su jurisdicción. El último gobernador de la Capitanía guatemalteca, Gabino Gainza, convocó a una junta de notables para hacer la declaración de independencia.
Estos territorios convocaron a un Congreso Centroamericano que declaró independientes las regiones que integraban la que fuera Capitanía de Guatemala. Dicho Congreso decidió la creación de la Federación de las Provincias Unidas de Centro América, la que estaba integrada por Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador y Costa Rica, y su capital fue la Ciudad de Guatemala.
Desde entonces se denomina como Independencia de Centroamérica a la conmemoración de la firma del Acta de Independencia de la Capitanía General de Guatemala, el 15 de septiembre de 1821.
Hubo brotes importantes en algunas de las provincias –continuó Díaz Lacayo–, pero fueron aislados, no penetraron en los pueblos y no tuvieron continuidad. De tal manera que el Acta de la Independencia de 1821 se produce simplemente por el hecho que la Capitanía General de Guatemala se encontraba frente al hecho consumado de un proceso de independencia en todo el resto del continente y ella, aún dependiente de España, no sabía qué hacer.
La decisión de convocar a un Congreso Centroamericano surgió exactamente para ver cómo resolver este problema, pero mientras estaban en este proceso decidieron anexarse a México, y es hasta el 1 de julio de 1823 que el Congreso declaró la que yo considero la verdadera independencia. Esto quiere decir que como no hubo un movimiento regional estructurado, la independencia no trajo consigo un sentimiento de ciudadanía centroamericana. Y además, la autoridad de la República Federal era muy débil en relación con las autoridades de cada una de las provincias que la conformaban, desarrollando de esta manera el sentimiento nacionalista de cada provincia. Sin embargo –continuó el historiador–, a nivel simbólico este proceso representó el primer paso hacia el sueño de una Centroamérica unida”.
En 1823, tras la sublevación de Santa Anna en Veracruz, una revolución liberal en México obligó a Agustín I a abdicar, proclamándose en el país una República Federal, y proclamándose en julio de ese año la independencia absoluta de la antigua Capitanía General de Guatemala, que se estableció como una República Federal de Centroamérica, integrada por las actuales repúblicas de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica; sólo Chiapas permaneció unida a México.
La Federación se mantuvo con grandes dificultades, ya que los conservadores, el clero de la iglesia católica y los grandes latifundistas se oponían al proyecto. Pero se pudo proclamar una Constitución que abogaba por una forma de gobierno liberal, pluralista y republicana, siendo el primer presidente constitucional de la Federación Manuel José Arce (1825-1829).
Pronto se produjo el choque entre el gobierno federal y los provinciales; estallaron frecuentes insurrecciones y durante la presidencia de José Francisco Barrundia (1829-1830), éste tuvo que entregar el mando supremo al general Francisco Morazán, defensor de la autonomía de las provincias, el cual fue elegido Presidente de la Federación. Para Díaz Lacayo, el año 1829 fue extremadamente importante por el ingreso de los liberales al poder de la República Federal. “Al ganar el poder los liberales quisieron hacer la verdadera República Federal, pero esto provocó un gran conflicto con las autoridades de los diferentes países integrantes. El general Francisco Morazán luchó más de diez años en la que considero una guerra tardía de independencia y de adelantada revolución liberal”.
Desde la presidencia hondureña, Morazán llevó el peso de las operaciones militares en la guerra civil contra los terratenientes y ricos comerciantes que dominaban la Federación. Impulsó un cambio a favor de las mayorías más humildes, y enarboló un proyecto de desarrollo autóctono para la región, que tenía por objetivo la constitución y fortalecimiento de una clase burguesa nacional. Proclamó el libre comercio con una clara concepción de defensa de los intereses de la región y no abrió el país a la apetencia desmedida y empobrecedora de los productos extranjeros, sino que se ocupa de la promoción y desarrollo de las exportaciones.
En particular, Morazán fue un renovador de los sistemas educativos de su época. Definió la responsabilidad del Estado en la educación popular y fomentó escuelas y academias. Proclamó por ley la separación de la iglesia católica y el Estado, la absoluta libertad de cultos y legalizó el divorcio, con lo que rompía uno de los ejes de la hegemonía ideológico cultural conservadora, y se situaba en la vanguardia de los pensadores liberales más avanzados de la época. Frente a la realidad de una jerarquía católica beligerante y comprometida con las fuerzas más reaccionarias, Morazán expulsó del país a sus principales personeros. Luego, con la aprobación del Congreso de la República, confiscó sin indemnización los bienes y propiedades de la curia expatriada y de las órdenes religiosas, y los convirtió en patrimonio del Estado.
Además, abolió las “primicias” (primera cosecha al clero) y los “diezmos” (10 por ciento del salario al clero). Con tales medidas fracturó el poder económico de la iglesia, y liberó a los campesinos, trabajadores e indígenas centroamericanos de las relaciones feudales de explotación a que eran sometidos por la iglesia católica. Los propósitos y reformas impulsadas por Morazán se estrellaron contra la activa oposición de los terratenientes en complicidad con el clero reaccionario y las potencias extranjeras. Estas fuerzas, como lo habían hecho en el Sur americano, conspiraron para mantener sus privilegios económicos.
En septiembre de 1842 se inició en Costa Rica un movimiento contra Morazán, quien fue capturado y ejecutado el 15 de ese mismo mes. Minutos antes de abrirse a la inmortalidad de la historia, escribió un breve “testamento político”. Al estampar la firma en el documento, se incorporó y leyó en voz altra: “Declaro que mi amor a Centroamérica muere conmigo…”.
“Morazán tuvo la ventaja de no ser criollo, en un momento histórico en que la mayoría de ellos eran reaccionarios y proimperiales. En el seno de su familia recibió una educación muy liberal y se relacionó con miembros liberales en Honduras –explicó Aldo Díaz Lacayo–. Él tenía ideas muy claras en cuanto a la unidad regional y tenía conciencia de que el fraccionamiento era derivado por el poder de las provincias, la falta de un verdadero ejército federal y la firme oposición de los sectores más reaccionarios de la época.
La iglesia católica, por ejemplo, siempre ha sido promonárquica. Cuándo se volvió efectiva la independencia, la iglesia se asoció con su aliado de siempre, es decir la oligarquía criolla conservadora. Ambas tuvieron una posición muy beligerante en contra de Morazán y de la idea de una unión regional. Francisco Morazán, simbólicamente hablando, fue infinitamente importante para el sueño unionista.
Hoy como ayer: los enemigos de siempre
En definitiva, para Díaz Lacayo, en términos políticos e ideológicos se puede decir que lo que está pasando actualmente en Honduras refleja de alguna manera lo que pasó en 1821. “Con el golpe de Estado en Honduras estamos viendo los mismos actores de siempre empeñados en tratar de romper el proceso de unidad regional y continental, promovido principalmente por el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y el ALBA.
Estamos viendo también cómo se repite la historia original: cuatro países luchando por Centroamérica, y un país, Costa Rica, descolgado del proceso de unidad. Cuando Costa Rica asumió la presidencia pro tempore del SICA –continuó explicando el historiador nicaragüense–, en lugar de continuar con el esfuerzo de mantener la región unida contra el golpe, como lo había hecho su antecesor, el presidente nicaragüense Daniel Ortega, prefirió buscar una propuesta independiente a la que se le dio el nombre de Plan Arias. Ese Plan persigue legitimar el hecho consumado del golpe y, al mismo tiempo, legitimar los derechos del presidente Zelaya, lo cual es absurdo”.
Otro elemento que va en contra de la unidad es la esencia de los ejércitos de Guatemala y El Salvador. Ejércitos que, como el de Honduras, se han formado y han crecido bajo la dependencia del aparato de seguridad estadounidense, que simpatizan con el golpe y que, de alguna manera, impiden a los gobiernos de estos países desarrollar una acción mucho más contundente en contra del gobierno de facto hondureño.
La nueva semilla
Si en 1821 la población centroamericana no fue protagonista del sueño unionista, lo que ha ocurrido el pasado 28 de junio en Honduras parece haber desencadenado en el pueblo hondureño y en toda la región algo que los sectores golpistas parecen no haber previsto.
“El golpe de Estado en Honduras saca a la luz publica un movimiento social que ya estaba ahí, pero que no había encontrado una fuerza cohesionante para expresarse en su plenitud. Es el golpe que lo cohesiona y lo lanza hacia la historia –aseguró Díaz Lacayo–.
El objetivo del golpe es indudablemente romper la unidad centroamericana .y sobre todo la unidad del ALBA. Este objetivo fue asumido públicamente por la derecha estadounidense y por algunos miembros del gabinete del presidente Obama.
Sin embargo –continuó–, no van a poder romper esta unidad, porque el movimiento popular hondureño ha dado un gran salto cualitativo, ha permitido la unión de diferentes sectores de la sociedad y tiene objetivos muy radicados que se están trasladando a otros países de la región.
Quiere continuar la lucha por la Constituyente y hay que ver cuál será la respuesta del futuro gobierno que salga de las elecciones, que necesariamente deben realizarse solamente después de la restauración de la democracia. Si este gobierno va a tratar de formar una alianza con Panamá y Costa Rica en contra de los procesos de unidad regional, aislando al resto de los países progresistas y en contra del ALBA, es posible que la situación en Centroamérica se vuelva explosiva y los que van a sufrir, como siempre, serán los pueblos, como desde hace más de 180 años”, concluyó.
Giorgio Trucchi
La historia se repite, pero con nuevas semillas de libertad
Hubo un tiempo en el cual América Central fue una sola tierra, una sola nación, una sola patria. Su existencia no llegó a cuajar en instituciones que perduraran en el tiempo, y quizás no pudo ser más que el nacimiento de una idea y de un sentimiento. Pero esto fue suficiente para que las fuerzas conservadoras comprendieran que esa “apenas intención” era lo más amenazante para sus privilegios. Hoy, Honduras es víctima de las mismas clases aferradas a los mismos privilegios. El golpe de Estado es la reedición de una antigua historia de dominación, pero esta vez ha despertado una conciencia que latía en el pueblo, esperando su oportunidad.
Juan Bautista Vico (1668-1744), reconocido historiador italiano y fundador de la filosofía de la historia, en su obra “La Ciencia nueva” reconoce el mundo de la historia como objeto propio del conocimiento, porque en él los seres humanos son producto de su acción. En este sentido, dice Vico, la historia no avanza de forma lineal empujada por el progreso, sino en forma de ciclos que se repiten, y que implican siempre avances y retrocesos. Son esos los cursos y recursos de la historia en los que hay un retorno cíclico de las épocas, un movimiento de flujo y reflujo, de marchas y contramarchas, de idas y vueltas.
Pero no se trata de un eterno retorno de todas las cosas, sino un volver a un estadio que se creía superado, pero ahora visto desde una nueva perspectiva. Según Vico, la humanidad avanza y retrocede, pero cada retroceso dispara con ímpetu la siguiente etapa de avance, que tampoco será definitiva y volverá a retroceder1.
El proceso de independencia y unidad centroamericana
Según Aldo Díaz Lacayo, reconocido historiador y analista político nicaragüense, “en Centroamérica no hubo una verdadera independencia porque no hubo un movimiento político estructurado a nivel regional que se haya impuesto este objetivo, luchando por ello hasta lograrlo.
Al comienzo de 1800, Centroamérica estaba todavía bajo el dominio del Reino de España. La Capitanía General de Guatemala estaba formada por las provincias de Guatemala, Honduras y Nicaragua, la Gobernación de Costa Rica y las Intendencias de Chiapas y El Salvador.
Cuando llegaron las informaciones acerca de que la Intendencia de Chiapas se había anexado a México, las demás provincias decidieron declararse independientes con todos los territorios que estaban dentro de su jurisdicción. El último gobernador de la Capitanía guatemalteca, Gabino Gainza, convocó a una junta de notables para hacer la declaración de independencia.
Estos territorios convocaron a un Congreso Centroamericano que declaró independientes las regiones que integraban la que fuera Capitanía de Guatemala. Dicho Congreso decidió la creación de la Federación de las Provincias Unidas de Centro América, la que estaba integrada por Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador y Costa Rica, y su capital fue la Ciudad de Guatemala.
Desde entonces se denomina como Independencia de Centroamérica a la conmemoración de la firma del Acta de Independencia de la Capitanía General de Guatemala, el 15 de septiembre de 1821.
Hubo brotes importantes en algunas de las provincias –continuó Díaz Lacayo–, pero fueron aislados, no penetraron en los pueblos y no tuvieron continuidad. De tal manera que el Acta de la Independencia de 1821 se produce simplemente por el hecho que la Capitanía General de Guatemala se encontraba frente al hecho consumado de un proceso de independencia en todo el resto del continente y ella, aún dependiente de España, no sabía qué hacer.
La decisión de convocar a un Congreso Centroamericano surgió exactamente para ver cómo resolver este problema, pero mientras estaban en este proceso decidieron anexarse a México, y es hasta el 1 de julio de 1823 que el Congreso declaró la que yo considero la verdadera independencia. Esto quiere decir que como no hubo un movimiento regional estructurado, la independencia no trajo consigo un sentimiento de ciudadanía centroamericana. Y además, la autoridad de la República Federal era muy débil en relación con las autoridades de cada una de las provincias que la conformaban, desarrollando de esta manera el sentimiento nacionalista de cada provincia. Sin embargo –continuó el historiador–, a nivel simbólico este proceso representó el primer paso hacia el sueño de una Centroamérica unida”.
En 1823, tras la sublevación de Santa Anna en Veracruz, una revolución liberal en México obligó a Agustín I a abdicar, proclamándose en el país una República Federal, y proclamándose en julio de ese año la independencia absoluta de la antigua Capitanía General de Guatemala, que se estableció como una República Federal de Centroamérica, integrada por las actuales repúblicas de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica; sólo Chiapas permaneció unida a México.
La Federación se mantuvo con grandes dificultades, ya que los conservadores, el clero de la iglesia católica y los grandes latifundistas se oponían al proyecto. Pero se pudo proclamar una Constitución que abogaba por una forma de gobierno liberal, pluralista y republicana, siendo el primer presidente constitucional de la Federación Manuel José Arce (1825-1829).
Pronto se produjo el choque entre el gobierno federal y los provinciales; estallaron frecuentes insurrecciones y durante la presidencia de José Francisco Barrundia (1829-1830), éste tuvo que entregar el mando supremo al general Francisco Morazán, defensor de la autonomía de las provincias, el cual fue elegido Presidente de la Federación. Para Díaz Lacayo, el año 1829 fue extremadamente importante por el ingreso de los liberales al poder de la República Federal. “Al ganar el poder los liberales quisieron hacer la verdadera República Federal, pero esto provocó un gran conflicto con las autoridades de los diferentes países integrantes. El general Francisco Morazán luchó más de diez años en la que considero una guerra tardía de independencia y de adelantada revolución liberal”.
Desde la presidencia hondureña, Morazán llevó el peso de las operaciones militares en la guerra civil contra los terratenientes y ricos comerciantes que dominaban la Federación. Impulsó un cambio a favor de las mayorías más humildes, y enarboló un proyecto de desarrollo autóctono para la región, que tenía por objetivo la constitución y fortalecimiento de una clase burguesa nacional. Proclamó el libre comercio con una clara concepción de defensa de los intereses de la región y no abrió el país a la apetencia desmedida y empobrecedora de los productos extranjeros, sino que se ocupa de la promoción y desarrollo de las exportaciones.
En particular, Morazán fue un renovador de los sistemas educativos de su época. Definió la responsabilidad del Estado en la educación popular y fomentó escuelas y academias. Proclamó por ley la separación de la iglesia católica y el Estado, la absoluta libertad de cultos y legalizó el divorcio, con lo que rompía uno de los ejes de la hegemonía ideológico cultural conservadora, y se situaba en la vanguardia de los pensadores liberales más avanzados de la época. Frente a la realidad de una jerarquía católica beligerante y comprometida con las fuerzas más reaccionarias, Morazán expulsó del país a sus principales personeros. Luego, con la aprobación del Congreso de la República, confiscó sin indemnización los bienes y propiedades de la curia expatriada y de las órdenes religiosas, y los convirtió en patrimonio del Estado.
Además, abolió las “primicias” (primera cosecha al clero) y los “diezmos” (10 por ciento del salario al clero). Con tales medidas fracturó el poder económico de la iglesia, y liberó a los campesinos, trabajadores e indígenas centroamericanos de las relaciones feudales de explotación a que eran sometidos por la iglesia católica. Los propósitos y reformas impulsadas por Morazán se estrellaron contra la activa oposición de los terratenientes en complicidad con el clero reaccionario y las potencias extranjeras. Estas fuerzas, como lo habían hecho en el Sur americano, conspiraron para mantener sus privilegios económicos.
En septiembre de 1842 se inició en Costa Rica un movimiento contra Morazán, quien fue capturado y ejecutado el 15 de ese mismo mes. Minutos antes de abrirse a la inmortalidad de la historia, escribió un breve “testamento político”. Al estampar la firma en el documento, se incorporó y leyó en voz altra: “Declaro que mi amor a Centroamérica muere conmigo…”.
“Morazán tuvo la ventaja de no ser criollo, en un momento histórico en que la mayoría de ellos eran reaccionarios y proimperiales. En el seno de su familia recibió una educación muy liberal y se relacionó con miembros liberales en Honduras –explicó Aldo Díaz Lacayo–. Él tenía ideas muy claras en cuanto a la unidad regional y tenía conciencia de que el fraccionamiento era derivado por el poder de las provincias, la falta de un verdadero ejército federal y la firme oposición de los sectores más reaccionarios de la época.
La iglesia católica, por ejemplo, siempre ha sido promonárquica. Cuándo se volvió efectiva la independencia, la iglesia se asoció con su aliado de siempre, es decir la oligarquía criolla conservadora. Ambas tuvieron una posición muy beligerante en contra de Morazán y de la idea de una unión regional. Francisco Morazán, simbólicamente hablando, fue infinitamente importante para el sueño unionista.
Hoy como ayer: los enemigos de siempre
En definitiva, para Díaz Lacayo, en términos políticos e ideológicos se puede decir que lo que está pasando actualmente en Honduras refleja de alguna manera lo que pasó en 1821. “Con el golpe de Estado en Honduras estamos viendo los mismos actores de siempre empeñados en tratar de romper el proceso de unidad regional y continental, promovido principalmente por el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y el ALBA.
Estamos viendo también cómo se repite la historia original: cuatro países luchando por Centroamérica, y un país, Costa Rica, descolgado del proceso de unidad. Cuando Costa Rica asumió la presidencia pro tempore del SICA –continuó explicando el historiador nicaragüense–, en lugar de continuar con el esfuerzo de mantener la región unida contra el golpe, como lo había hecho su antecesor, el presidente nicaragüense Daniel Ortega, prefirió buscar una propuesta independiente a la que se le dio el nombre de Plan Arias. Ese Plan persigue legitimar el hecho consumado del golpe y, al mismo tiempo, legitimar los derechos del presidente Zelaya, lo cual es absurdo”.
Otro elemento que va en contra de la unidad es la esencia de los ejércitos de Guatemala y El Salvador. Ejércitos que, como el de Honduras, se han formado y han crecido bajo la dependencia del aparato de seguridad estadounidense, que simpatizan con el golpe y que, de alguna manera, impiden a los gobiernos de estos países desarrollar una acción mucho más contundente en contra del gobierno de facto hondureño.
La nueva semilla
Si en 1821 la población centroamericana no fue protagonista del sueño unionista, lo que ha ocurrido el pasado 28 de junio en Honduras parece haber desencadenado en el pueblo hondureño y en toda la región algo que los sectores golpistas parecen no haber previsto.
“El golpe de Estado en Honduras saca a la luz publica un movimiento social que ya estaba ahí, pero que no había encontrado una fuerza cohesionante para expresarse en su plenitud. Es el golpe que lo cohesiona y lo lanza hacia la historia –aseguró Díaz Lacayo–.
El objetivo del golpe es indudablemente romper la unidad centroamericana .y sobre todo la unidad del ALBA. Este objetivo fue asumido públicamente por la derecha estadounidense y por algunos miembros del gabinete del presidente Obama.
Sin embargo –continuó–, no van a poder romper esta unidad, porque el movimiento popular hondureño ha dado un gran salto cualitativo, ha permitido la unión de diferentes sectores de la sociedad y tiene objetivos muy radicados que se están trasladando a otros países de la región.
Quiere continuar la lucha por la Constituyente y hay que ver cuál será la respuesta del futuro gobierno que salga de las elecciones, que necesariamente deben realizarse solamente después de la restauración de la democracia. Si este gobierno va a tratar de formar una alianza con Panamá y Costa Rica en contra de los procesos de unidad regional, aislando al resto de los países progresistas y en contra del ALBA, es posible que la situación en Centroamérica se vuelva explosiva y los que van a sufrir, como siempre, serán los pueblos, como desde hace más de 180 años”, concluyó.
Giorgio Trucchi
Thursday, September 17, 2009
Sudáfrica necesita una Revolución socialista
Comité Central del Partido Comunista Sudafricano.
Declaración de prensa (ligeramente abreviada)
El Comité Central del Partido Comunista Sudafricano se reunió en Johannesburgo el fin de semana de 21 - 23 de agosto.
El PCSA-CPSA aprovechó la ocasión de esta reunión programada del CC para evaluar los progresos realizados desde las elecciones del 22 de abril hacia la aplicación del programa electoral de nuestra Alianza liderada por el CNA en el contexto de la actual crisis capitalista mundial.
El CC realizó el análisis del PCSA de esta crisis y su impacto en nuestra propia sociedad.
Algunos comentaristas de la línea dominante, basando sus argumentos sobre varios días de funcionamiento del mercado de valores aquí, o una encuesta de confianza de las empresas allá, están tratando de convencerse a sí mismos y a los demás de que "hemos visto lo peor", de que "la economía mundial ha tocado fondo ", y que de que hay "brotes verdes"comenzando a salir.
Creemos que los profundos problemas sistémicos en la economía capitalista mundial no han sido resueltos. Si bien puede haber un retorno marginal y lento al crecimiento durante un tiempo, la economía mundial seguirá estando profundamente inmersa en la crisis a medio plazo.
Esto significa que es probable que la nueva administración de Sudáfrica se enfrente a un período difícil durante la mayor parte de su mandato de cinco años. Nuestra respuesta como país y como gobierno tiene que combinar las medidas defensivas (esencialmente para proteger los puestos de trabajo y el sustento de la mejor manera posible), mientras al mismo tiempo activa la aplicación de medidas de transformación (...)
Hemos de preguntarnos por qué, incluso antes de que la recesión golpeara nuestra economía en el último trimestre de 2008, y a pesar del esfuerzo estatal de más de 15 años, no hemos transformado fundamentalmente las profundas desigualdades raciales, de clase y género, de nuestra sociedad.
¿Por qué, por ejemplo, a pesar del importante boom mundial de productos básicos de los últimos años, no pudimos volver nuestro índice de desempleo a los niveles críticos de cuando empezamos en 1994 (más del 20%)?
¿Por qué, después de estimar el "déficit habitacional" en alrededor de 3 millones en 1994, y después de una impresionante construcción de 3,1 millones de viviendas de bajo costo en 15 años, el déficit habitacional sigue más o menos como estaba?
El persistente predominio de los patrones espaciales del apartheid en nuestros entornos rurales y urbanos, y la reproducción de las desigualdades de clase y raciales en áreas críticas como la educación y de salud, todo ello apunta a una conclusión fundamental: es imperativo emprender una profunda transformación estructural.
La recesión actual y el constreñimiento de los ingresos del gobierno hacen esta transformación estructural más (no menos) importante.
No podemos seguir hacinando a los trabajadores y los pobres en ciudades-dormitorio superpobladas escasas en recursos y en atrasadas y estancadas zonas rurales.
Tenemos que abordar la transformación rural y tenemos que reducir la maximización de beneficios agro-industriales, inmobiliarios y de los grandes contribuyentes.
Tenemos que transformar nuestro campo y reconstruir las economías locales.
Tenemos que construir pueblos y ciudades en las que haya una democracia espacial mucho mayor a a través de ingresos mixtos, uso mixto y patrones de mayor densidad de población.
No podemos sostener un sistema de atención sanitaria en el que el 14% (frente al 25% en 1994) de nuestra población consumen en la asistencia médica el 60% de todos los recursos sanitarios.
¿Qué más hay que hacer?
Tenemos que poner nuestra economía en un rumbo diferente de desarrollo que sea intensivo en trabajo.
Tenemos que mantener el actual programa de infraestructura estatal de 787 millones de rands, garantizando que contribuya de forma dinámica a la transformación espacial de nuestra sociedad.
Tenemos que alinear el desarrollo de la capacidad industrial con este programa de infraestructura, asegurando que preparamos nuestro sector industrial para apoyar activamente el programa de infraestructura.
Tenemos que disminuir nuestra dependencia de la importación de maquinaria, tecnología y bienes de lujo.
Tenemos que transformar nuestro sistema educativo.
Tenemos que garantizar que haya atención sanitaria asequible y de calidad para todos, lo que requerirá, entre otras cosas, la introducción de un programa de Seguridad Nacional Sanitaria.
Fundamental para el logro de todo esto es un proyecto de desarrollo coherente, estratégicamente disciplinado.
En este sentido, el informe político presentado ante el CC puso de relieve dos grandes (e interrelacionadas) amenazas a la consecución de un estado de desarrollo eficaz: la fragmentación del Estado y la corrupción.
Se ha producido una fragmentación significativa del Estado, con la proliferación de una miríada de organismos reguladores y empresas paraestatales, y no sólo a nivel nacional, sino también regional (...)
La mayoría de ellos poseen consejos de administración, directores generales, oficinas de lujo y todas las campanas y silbatos asociados con las principales corporaciones privadas.
Si bien estos pueden estar justificados en algunos casos, la justificación para la existencia misma de muchos otros, no está clara(...)
También contribuyen a dificultar la consolidación de un proyecto de desarrollo estratégicamente coherente los problemas relacionados con los roles y funciones de las diferentes esferas de gobierno.
Si bien el Partido Comunista Sudafricano apoya el principio de una única y estratégica unidad estatal en el marco constitucional de gobierno cooperativo, nunca hemos entendido un proyecto de desarrollo de arriba hacia abajo, demasiado centralista y autoritario.
Por el contrario, uno de los problemas en nuestro sistema actual es la falta de suficientes recursos y capacidad a nivel de gobierno local.
La vivienda, por ejemplo, no es una competencia del gobierno local, pero cuando hay problemas en torno a la vivienda, son concejales y alcaldes quienes soportan el peso de las frustraciones populares.
El gobierno local es una esfera fundamental para la consolidación de la participación popular activa en la planificación y presupuestación - pero los comités de barrio y otras instituciones legisladas para la participación apenas funcionan.
Muchos municipios carecen de la mas mínima base de ingresos (...)Relacionado con estos retos de la fragmentación y la debilidad del Estado está el peligro de la corrupción (...)
Es en este contexto que el CC ha decidido que este año la campaña de Octubre Rojo se centrará en la promoción, consolidación y defensa de las prioridades de nuestro manifiesto electoral de la alianza alianza CNA y, en particular, nos centraremos en la atención sanitaria asequible y de calidad para todos, y en derrotar el flagelo de la corrupción.
Volviendo a nuestra campaña sobre la atención sanitaria, el PCSA enfocará la crisis en nuestros programas de ayuda médica, y la inquietante y permanente precarización de los servicios clave de nuestro sistema de salud pública (...)
El CC observó y saludó la importante labor realizada por la Comisión de Servicio Público al exponer públicamente a un gran número de altos funcionarios públicos con intereses en empresas privadas (...)
El CC saluda el papel desempeñado por el COSATU y organizaciones afiliadas al mismo como SATAWU en la denuncia de prácticas corruptas de los altos directivos de las empresas paraestatales.
Hacemos un llamamiento a los movimientos sindicales a intensificar sus actividades en este sentido.
Sabemos que nuestra gente con gusto apoyará una ofensiva contra la corrupción en nuestras comunidades, lugares de trabajo y en la sociedad en general.
Para dar un ejemplo por nuestra propia parte, el SACP requerirá que todos los miembros del CC informen al Partido de sus intereses financieros (...)
El CC afirmó su plena confianza en nuestro Partido y su apoyo a nuestros camaradas en el gobierno, incluidos los de carteras económicas clave.
Nos complace tomar nota de la firme defensa de los principios fundamentales antirracistas de nuestro movimiento por parte de altos dirigentes del CNA, y su rotundo rechazo de cualquier intento oportunista de jugar una carta étnica.
Si bien feas actitudes chovinistas blancas persisten en muchos lugares, a veces descaradamente y, a veces, de forma subliminal, y deben ser combatidas en todo momento - el estrecho chovinismo africanista simplemente reproduce y alimenta su contraparte.
Estas tendencias deben ser cortadas de raíz como lo han sido a lo largo de la historia del CNA.El Comité Central aprobó por unanimidad la propuesta de que el miembro del Buró Político camarada Joyce Moloi Meropa sea nombrado Vicepresidente del SACP para reemplazar a nuestra fallecida camarada Ncumisa Kondlo.
Aprovechamos esta oportunidad para felicitar al camarada Moloi Meropa (...)
El CC también apuntó con profunda preocupación que todos los canales legales se han cerrado para los Cinco Cubanos por los tribunales en los EE.UU.
Los cinco son cubanos que habían estado viviendo en los EE.UU. con el objetivo de monitorear las actividades de las células terroristas del exilio cubano con sede en Miami.
Durante más de cuatro décadas, incluso en años relativamente recientes, estas células han sido responsables de decenas de miles de atentados, asesinatos, ataques de guerra biológica contra los cultivos de Cuba, e incluso el sabotaje en pleno vuelo de un avión de pasajeros.
Durante la investigación, no hubo absolutamente ninguna evidencia de que los Cinco espiaran instalaciones militares de EE.UU. ni otras instalaciones de EE.UU., o llevaran a cabo actos de hostilidad contra los EE.UU.
Ellos se centraron en las actividades terroristas de los círculos del exilio cubano.A pesar de una gran cantidad de retórica sobre la "guerra contra el terrorismo", las autoridades de EE.UU. se niegan a actuar contra los verdaderos terroristas que viven en medio de ellos, mientras condenan a los Cinco a largas penas de prisión.
El SACP se adhiere firmemente a la campaña mundial de solidaridad con estos patriotas cubanos. ¡Libertad para los Cinco Cubanos!
En Swazilandia, la supresión de la democracia y la persecución política, incluyendo el juicio del presidente de PUDEMO, cda Mario Masuku, continúan sin cesar. Mientras tanto, la elite gobernante despilfarra millones de rands en objetos personales, mientras que la mayoría de los ciudadanos de Swazilandia vive en una pobreza creciente.
El SACP condena estas realidades y llama a la solidaridad en nuestra región sur de África para aislar el régimen antidemocrático en Swazilandia.
El CC observó con preocupación el aumento de los actos antiobreros y antisindicales en México, dirigidos por el Estado.Uno de los más descarados ejemplos de esto fue la trágica muerte de 63 mineros del carbón.
La respuesta de las autoridades fue simplemente sellar la mina sin ningún tipo de preocupación por recuperar los cadáveres.
Al mismo tiempo, el dirigente minero cda Napoleón Gómez ha tenido que huir al exilio en Canadá.
En Europa, como una de las consecuencias de la recesión económica mundial, se ha visto un resurgimiento de los partidos políticos de centro-derecha, ensombrecidos en su ala derecha por fuerzas extremistas, xenófobas, de ultra-derecha.Estas fuerzas están propagando demagógicamente, el odio anti-inmigrante y anti-izquierda .
En cuanto a este último, un aspecto de esto es una campaña de negacionismo sobre el papel histórico de la antigua Unión Soviética, de los partidos, militantes y partisanos comunistas y de las fuerzas de la resistencia en la derrota del fascismo y el nazismo en la década de 1940.
El SACP se ha unido a los partidos comunistas y de los trabajadores de todo el mundo en la condena de estos esfuerzos de distorsión de la Historia. Nosotros siempre honraremos y recordaremos a los millones de combatientes comunistas y luchadores demócratas que dieron sus vidas por la defensa de la civilización humana.
Wednesday, September 16, 2009
CUBA: EL BLOQUEO A CUBA CONTINUA DIJO OBAMA
por: Norelys Morales Aguilera
El presidente determinó que es de interés nacional para Estados Unidos continuar un año más el ejercicio de ciertas autoridades conforme a la ley de comercio con el enemigo respecto de Cuba, dijo la Casa Blanca.
Parecía que iba a ser distinto. Algunos lo creyeron cuando Obama anunció en abril que suavizaría las restricciones comerciales impuestas a Cuba hace casi medio siglo.
El Departamento del Tesoro eliminó a comienzos de este mes las restricciones para que los estadunidenses visiten a familiares cercanos en Cuba y les envíen dinero.
En cambio el presidente Barack Obama firmó este lunes la prórroga por un año de la ley que impone el embargo comercial a Cuba, pese a los llamados a dejarla expirar como forma de flexibilizar las sanciones.
El comunicado de la Casa Blanca está fechado el 11 de septiembre, pero fue publicado el lunes, cuando se vencía la última extensión firmada por el ex presidente George W. Bush.
Textualmente varias agencias noticiosas citan el memorándum presidencial:
"Por medio de la presente determino que la continuación por un año del ejercicio de esas autoridades con respecto a Cuba es en el interés nacional de los Estados Unidos", dijo Obama en un memorando enviado a la secretaria de Estado, Hillary Rodham Clinton, y el secretario del Tesoro, Timothy Geithner.
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