Thursday, October 23, 2008
Roque Dalton fué asesinado por Joaquín Villalobos
Enviado por Roberto Pania
Roque Dalton el más internacional de los poetas salvadoreños fue
asesinado un diez de mayo de 1975, día de las madres en El Salvador a
manos de uno de los Líderes del ERP (Ejercito revolucionario del pueblo)
Joaquín Villalobos, quien le hizo un juicio sumario acusándolo como
agente de la CIA y disociador irresponsable para quitarse de encima una
amenaza de liderazgo siempre al acecho. No hay otra explicación
aceptable: Escatología secular del poeta, su autentica utopía socialista
y su principio de esperanza histórica enfrentada a la patraña de un
asesino que hoy adjurando de su pasado guerrillero y maoísta, intenta
domesticar a la izquierda salvadoreña en la afelpada socialdemocracia
europea, muy parecida en términos absolutos a la de la España
socialista, a la de Chile fría y astral, y a la de los laboralistas
británicos pajes reales del Sir del Norte: Sírvame la opera Madame
Butterfly, termino medio con salsa de maní picante y un poco de gobierno
español con trocitos de invierno.
Tenía al final razón el "traidor de Roque", quien proféticamente
advirtió que lo llamarían traidor y revisionista " no siempre porque en
Macao el opio es el opio del pueblo", pero el entusiasmo y la mística de
izquierda llevada en sus venas nunca caen bien, y más si se complementa
con un talento arrasador y finisecular al servicio de la falta de
solemnidad, pero reprochable por quienes tienes claros defectos de
gamonalismos y cultos a las personalidades, y ambiciones marcadas por
los liderazgos mezquinos: La alegría es también revolucionaria como el
trabajo y la paz… Porque el socialismo es aun la etapa burguesa en la
historia marxista de la humanidad, y te lo digo en un mañana en que me
reconozco lúcido, cuando hace una semana no pruebo una gota de alcohol.
Roque irónicamente hoy sigue defendiendo con su muerte y con su obra
lírica, el sistema que siempre quiso para su pueblo El Salvador. Joaquín
Villalobos el seudo marxista que mató por conveniencias "marxistas" al
guerrillero de Roque Dalton, por el contrario gracias a ese destino
implacable de la vergüenza, hoy sigue vivo para defender los principios
del liberalismo mundial que siempre llevó en lo más profundo de su ser
"la que es puta vuelve", y aprovecha cada ocasión para lanzar
paradójicamente desde su posición de asesor del Presidente Álvaro Uribe
de Colombia, mediocres denuestos contra la izquierda latinoamericana y
mundial: Ironizar sobre el socialismo ( en Oxford y Cambridge) parece
ser un buen digestivo pero te juro que en mi país( el Salvador) primero
hay que conseguir la cena.
El tonto de Roque Dalton murió por tontito, así lo dicen muchos, entre
ellos escritores salvadoreños que todavía sueñan en sus idilios
provincianos con una beca Fullbright, y en ser adoptados un día con un
Pulitzer de genero Spanglish; así lo aseguran también escritoras
mexicanas avejentadas que continúan creyendo que el compromiso con la
cultura es mostrar en spot televisivos las virtudes arquitectónicas del
México post revolucionario, y en adoptar dietas para morir de a poco con
la artritis carcomiendo la ansiedad de amigos y familiares por disiparse
en los inminentes adioses. Escritores asalariados que suspiran porque la
metafísica de los caracoles les cubra la impudicia.
El tontito murió por un sistema que lo rechazó. Los vivos siguen
viviendo, porque para un vivo ser vivo es no morir por ninguna causa
noble y si morir de viejos a causa de diabetes, canceres, ataques al
corazón y paros respiratorios contraídos en noches y días felices de
convivencias familiares intrascendentes al margen de la aventura de
poner en riesgo la vida por el cambio de las sociedades y de los seres
humanos. Tontitos son los que mueren prematuramente, tontitos son:
Porque oh amigo es ver matando a los que descansan en paz, es mas grave
quedarse solo sabiendo que uno no sirve ni para que lo maten.
Roque murió con la dignidad de una vida autentica. Joaquín Villalobos
vive aun con la vergüenza de vender una verdad que ni él mismo se la
cree, pero que le sirve para arrancarle migas a un sistema, para
extenderle la mano como un mendigo que exige su jubilación, puesto que
es mas fácil conciliar con el estomago que con una conciencia irredenta
que le reclama por tantos muertos que sí creyeron, y trata de engañarlos
en esos diálogos que se extienden en las noches y en las madrugadas de
sueños y pesadillas, con la cantaleta social puesta de moda aun en los
círculos mas progresistas, de que la socialdemocracia era la tierra
prometida que buscaron por medios equivocados. Los muertos están cada
vez mas indóciles, antes era fácil con ellos les dábamos un cuello duro
una flor loábamos sus nombres en una larga lista que los recintos de la
patria que las sombras notables que el mármol monstruoso, pero que va
los muertos son otros desde entonces, hoy se ponen irónicos, preguntan…
La revolución francesa siempre fue un queso roquefort. Lo clásico es una
dictadura imbécil tantos siglos para desembocar en el violín de Ingres.
Pobrecito Poeta que era Roque: Morir a manos de un mediocre que tuvo el
cinismo de no entregar el cadáver causándole un dolor inimaginable a su
madre en su día, a su esposa y a sus pequeños hijitos. Pobrecito Poeta
que era Roque: Darle la gloria de su muerte a un oportunista maravillado
en tan poco tiempo- después de los tratados de Paz en El Salvador- de
las venturas del dinero y de las comodidades.
¿Quien te querría Roquito con un bastón escupiendo tus sueños en una
acolchada cama y luchando con tu senilidad para cambiar las flores
marchitas del vestíbulo?
Cuando "sepas que he muerto no pronuncies mi nombre di silabas extrañas,
pronuncia flor, abeja, lagrima, pan, tormenta no dejes que tus labios
hallen mis once letras". Pero inevitablemente Roque no podemos
cumplirte, porque es necesario nombrarte y encontrarte en cualquier
esquina del Salvador, es preciso entonar esa canción de amor a "los que
se pudrieron en las cárceles de Guatemala, México, Honduras, Nicaragua
por ladrones, por hambrientos, a los tristes más tristes del mundo, tus
compatriotas, tus hermanos" y es urgente decirte que ya te hayamos con
Silvio que cayó mortalmente herido de un machetazo en la guitarra pero
aun tuvo tiempo de sacar su mejor canción de la funda y disparar con
ella contra su asesino que pareció momentáneamente desconcertado
llevándose los índices a los oídos y pidiendo a gritos que apagaran la
luz: Mi unicornio azul ayer se me perdió pastando lo dejé y desapareció
cualquier información bien la voy a pagar las flores que dejó no me han
querido hablar... pero igualmente Roque, unicornio azul seráfico de este
paisito plagado de serpientes dodecafónicas , vagas por todos los sitios
del Salvador lanzando las exactas palabras en ese territorio marcado por
tu calcio y maldices a los cómplices de silencios que transitan sin
ningún atisbo de culpa los paraninfos de las universidades del primer
mundo, vomitando sintaxis anquilosadas, y dispuestas a disecar esos
bichos raros que solamente se encuentran en los talleres de
experimentación social, militar y académica. Pero tu Roque con tu cuerno
de añil recorres indómito tu país porque ¡que cosa más jodida es
descansar en paz!
* Fuente: Rebelion
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