GUATEMALA, 11 de agosto (PL).— Alrededor de 45 mil hondureños, guatemaltecos y salvadoreños fueron deportados este año desde Estados Unidos como consecuencia del recrudecimiento de las leyes antiinmigrantes en ese país, según estadísticas conocidas hoy aquí.
En Guatemala, la Dirección General de Migración reportó la repatriación de 16 mil 280 connacionales, luego de la llegada este fin de semana de tres vuelos con 326 indocumentados provenientes de Laredo y Phoenix.
Los expulsados, en su mayoría jóvenes, fueron capturados en redadas masivas llevadas a cabo por las autoridades estadounidenses en centros de trabajo, en las calles, e incluso en edificios de vivienda.
Responsables migratorios consideran que de mantenerse esta tendencia, los deportados podrían superar los 26 mil a fines de año, unos tres mil más que en 2007, cuando se reportaron 23 mil 62 casos.
Una situación similar enfrenta Honduras, donde organizaciones defensoras de los derechos humanos sitúan la cifra de retornados en más de 18 mil.
Según estimados de las autoridades, al cierre de diciembre el número total de deportados desde territorio norteamericano superará los 35 mil, aunque otras fuentes consideran que la cifra podría ser mayor.
Cada día unos 500 hondureños salen ilegalmente del país a través de Guatemala y México en busca de alcanzar el llamado sueño americano.
Muchos se lanzan a esta aventura por segunda y hasta por tercera vez, a pesar de los peligros de la trayectoria y de las redadas y deportaciones.
La política antiinmigrante afecta a todos los países centroamericanos, incluido El Salvador, que recibió este año alrededor de 10 mil retornados, pese a la vigencia del Estatus de Protección Temporal para sus ciudadanos.
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